Un conductor que fue interceptado la pasada semana cuando conducía un vehículo BMV a 131 km/h por el Paseo de la Castellana se enfrenta a la inhabilitación para conducir vehículos a motor por un periodo de cuatro años y a una pena de prisión que podría alcanzar los seis meses.
La Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Municipal, que estaba realizando un control conjunto de alcoholemia y de velocidad, detectó en el radar móvil una velocidad de 131 kilómetros, por lo que una patrulla, apostada en la glorieta de Emilio Castelar, detuvo el coche. El conductor, un hombre de 28 años, de nacionalidad española, dio negativo en la prueba de alcoholemia, y fue imputado por un delito contra la seguridad vial. Los agentes le entregaron in situ una citación para la celebración de un juicio rápido, durante el próximo mes de mayo.
La Policía Municipal colabora en la Campaña de Control de Velocidad de la Dirección General de Tráfico (DGT). Hasta la fecha, se ha controlado a más de dos millones y medio de vehículos en la ciudad de Madrid. Periódicamente, la DGT organiza este tipo de campañas, en las que participa el Ayuntamiento de Madrid, con la finalidad de reducir la siniestralidad producida por el exceso de velocidad. En la última campaña, realizada durante la semana del 31 de marzo hasta el pasado 6 de abril, se han impuesto 10.000 denuncias en las calles de la capital.
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