8.300 millones de toneladas de plástico circulan por el planeta

Los plásticos, que empezaron a industrializarse de manera masiva en los años 50, están presentes en todos los ámbitos y su producción parece lejos de detenerse. Un equipo de EE UU ha calculado por primera vez la cantidad total de plásticos jamás fabricada: 8.300 millones de toneladas. De ellos, 6.300 millones de toneladas ya son residuos, y un 79% se acumula en vertederos y el medio ambiente.

botellas plásticos

Mil millones de elefantes, 80 millones de ballenas azules, 25.000 Empire State Building o 822.000 torres Eiffel es el peso equivalente a 8.300 millones de toneladas de plásticos que los humanos hemos fabricado desde el inicio de su producción masiva tras la Segunda Guerra Mundial. Esta es la conclusión de un estudio que ha calculado por primera vez la cantidad total de estos polímeros en el mundo hasta 2015.

De los 8.300 millones de toneladas de plásticos generados, los científicos indican que 6.300 millones de toneladas son desechos. De ellos, solo el 9% ha sido reciclado, 12% incinerado (por combustión o pirólisis, descomposición a altas temperaturas) y un 79% se acumula en vertederos o en el medio natural. En un estudio previo Science, este grupo de científicos ya había señalado que cada año entre cinco y trece millones de toneladas de basuras de plástico terminan en todos los océanos.

Esta cifra corresponde a “un área del tamaño de Argentina hasta la altura del tobillo”, asegura a Sinc Roland Geyer, autor principal del trabajo publicado en Science Advances e investigador en la Universidad de California en Santa Bárbara (EE UU).

Según el trabajo actual, si las tendencias continúan, unos 12.000 millones de toneladas de residuos plásticos se depositarán en vertederos y en otras zonas del mundo en 2050. Para esa fecha, los investigadores prevén que los humanos hayamos fabricado unos 34.000 millones de toneladas de estos polímeros.

Para realizar este cálculo, los investigadores recopilaron estadísticas de producción de resinas, fibras y aditivos de una variedad de fuentes industriales y los sintetizaron según el tipo y el sector de consumo.

“El mayor uso de plásticos procede del embalaje”, apunta Geyer. Esta producción se aceleró cuando se cambiaron los envases reutilizables a plásticos de un solo uso. Como resultado, la proporción de plásticos en los residuos sólidos urbanos aumentó del 1% en 1960 a más del 10% en 2005 en los países de ingresos medios y altos.

“La mayoría de su producción ocurre en Europa, EE UU, China y el resto de Asia”, informa Geyer, quien señala que la mitad de lo que ya se ha creado se ha producido en los últimos 13 años. “Esto se debe al gran crecimiento anual en su fabricación”, recalca. La producción mundial de plásticos ha aumentado de dos millones de toneladas en 1950 a los casi 400 millones de toneladas en 2015, superando la producción de cualquier otro material creado por el humano, a excepción del acero y el cemento.

Algunos datos sobre el plástico

  • El plástico es un material que el planeta no puede digerir.
    El plástico tarda cientos de años en descomponerse en el medio ambiente, hasta 1.000 años según el tipo de plástico. Utilizar masivamente un material tan duradero para objetos desechables es un error de consecuencias catastróficas a nivel global.
  • Los plásticos que entran en contacto con los alimentos envenenan a los seres humanos.
    Algunos de los aditivos tóxicos del plástico, como el potente disruptor endocrino bisfenol A, contaminan la sangre de más del 90% de la población, incluidos los niños recién nacidos.
  • El plástico en el medio ambiente se va fragmentando en trocitos cada vez más diminutos que atraen y acumulan sustancias tóxicas.
    Estos fragmentos no biodegradables contaminan ya todos los mares y costas del planeta y están presentes en prácticamente todos los ecosistemas. Los fragmentos de plástico son ingeridos por animales, incluso por seres microscópicos como el plancton, contaminando la cadena alimentaria de la que dependemos.
  • El “reciclaje” de los plásticos es un fracaso y no es una solución sostenible.
    La gran mayoría de los desechos plásticos recogidos “para reciclar” en realidad son exportados a países pobres, incinerados, convertidos en objetos no reciclables, o arrojados directamente al vertedero.
  • La verdadera solución es rechazar el plástico de usar y tirar.
    La contaminación por plásticos no es un problema de gestión de residuos, sino de mal diseño. La solución es ponerle fin a nuestra adición a los plásticos de usar y tirar. El mal llamado “reciclaje” de plásticos no funciona, y los mal llamados “plásticos ecológicos” crean tantos problemas como los que resuelven.

¿Podemos vivir sin plástico?

Sólo en EEUU (5% de la población mundial) cada semana se desechan 500 millones de botellas de agua de plástico (¡solamente por agua embotellada!). Si las pusiéramos en fila darían la vuelta al mundo cinco veces.

Sólo en EEUU, cada 5 minutos se tiran 2 millones de botellas de plástico, suficientes para cubrir ocho campos de fútbol.

Las cifras de la Unión Europea son aún mayores. En 2012 se produjeron 280 millones de toneladas de plástico a nivel mundial. El plástico es muy ligero, imagina el volumen de 280 millones de toneladas. De aquí al 2030 la industria del tiene el objetivo de producir 33.000 millones de toneladas más.

Teniendo en cuenta que el polímero del plástico tarda entre 100 y 1.000 años en degradarse, la eliminación de estos materiales sintéticos de la Tierra no es tarea fácil. “La única manera de evitar los 34.000 millones de toneladas para 2050 es ralentizar el crecimiento de la producción de plásticos”, advierte a Sinc el investigador de la Universidad de California.

Sin embargo, las mismas propiedades que hacen que los plásticos sean tan útiles en la vida cotidiana, como la durabilidad, también los hacen difíciles de suprimir. Los autores señalan que el reciclaje simplemente retrasa, en lugar de evitar la eliminación de plástico. Además, la incineración provoca efectos negativos para el medio ambiente y la salud. Según los expertos, ninguno de estos usos son en realidad biodegradables, por lo que una vez que se tiran los plásticos no se descomponen; se acumulan.

“Nuestras estimaciones subrayan la necesidad de pensar de manera crítica en los materiales que usamos y en nuestras prácticas de gestión de residuos”, subraya Jenna Jambeck, coautora del estudio y profesora asociada de ingeniería de Universidad de Georgia (EE UU). Con estas cifras, los investigadores pretenden ayudar a que se creen las bases de una gestión sostenible de los materiales.

Angel Sánchez Carbonell
Angel Sánchez Carbonell
Ángel Sánchez Carbonell - Director de Crónica Norte. Desde hace 34 años dedicado profesionalmente a la información y entretenimiento (TVE, Onda Cero, Tele Cinco, COPE...) Pero ante todo: un enamorado de la geografía de la península Ibérica. Montañero y aficionado a la gastronomía y la enología. Cuando la vida me lo permite señalizo caminos naturales como Técnico de Senderos de la Escuela Española de Alta Montaña. (EEAM) Pero sobre todo me pierdo por ellos...

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