El verano es esa época del año que gusta a casi todos, el calor, la playa, vacaciones… pero también se acercan los mosquitos y sus picaduras. Todos hemos oído eso de que hay personas a las que siempre les pican los mosquitos mientras que otras se libran de las picaduras.
No todo es cuestión de suerte ni de tener la sangre dulce, como se dice. Las picaduras se deben a diversos factores como el componente genético, el olor, la cantidad de dióxido de carbono que emitimos, étc.
Investigadores británicos de la London School of Hygiene & Tropical Medicine han llegado a la conclusión de que gran parte de las picaduras se deben a un componente genético relacionado con el olor corporal.
Según los expertos, los mosquitos tienen preferencia por aquellas personas que exhalan más dióxido de carbono. Otros sugieren que las mujeres tienen más probabilidad de sufrir picaduras porque la piel es más delgada y les permite picar con mayor facilidad.
El tipo de sangre también influye, o esto ha concluido un estudio realizado en Japón en el que se afirmó que las personas del grupo sanguíneo 0 suelen tener mayor probabilidad de ser picados por un mosquito.
Es cierto que la “sangre dulce” atrae más a los mosquitos. Y según otro estudio holandés, los mosquitos evitan a las personas que tienen muchas bacterias en la piel, pero también a aquellas que tienen muy pocas.
El olor es una característica fundamental en las preferencias de los mosquitos a la hora de elegir a su víctima. Las personas más altas y las mujeres tienen más ácido lactico que se emite a través del sudor por lo que son blancos perfectos; al igual que las personas que acaban de hacer un ejercicio físico intenso.
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