Ante el preocupante estado de Salud Mental de la adolescencia derivado de la actual situación epidemiológica, son varios los ayuntamientos los que han apostado por acercar estos temas a los jóvenes a través de talleres de cine que incluyen la grabación de un cortometraje
San Agustín de Guadalix, Daganzo y Alcobendas (que desarrollará los talleres en julio) han fijado desde el comienzo la temática de los cortometrajes, en el caso de Ajalvir fueron los propios jóvenes los que eligieron hablar de Salud Mental, lo que evidencia más aún su necesidad de crear espacios de encuentro para compartir estos temas y comunicar sus preocupaciones.
Los talleres de cine de MIL Educación fomentan el desarrollo del pensamiento crítico y tienen una base social, su contenido va más allá de lo estrictamente audiovisual. El punto de partida siempre se coloca en el análisis y el debate previo sobre temáticas sociales, con el objetivo de que adquieran la suficiente confianza para saber qué quieren contar y cómo van a expresarlo en un cortometraje.
Alfabetización mediática
Las Casas de la Juventud de estos Ayuntamientos apuestan porque los jóvenes hablen a través del lenguaje audiovisual, en el que invierten decenas de horas semanales como consumidores, pero en el que sin embargo se topan con enormes carencias, no solo como productores y creadores de este lenguaje, sino como consumidores críticos. La alfabetización mediática es aún una asignatura pendiente que las administraciones consideran cada vez más imprescindible.
A lo largo de sus horas de formación (de 20 a 40 horas) van aprendiendo sobre lenguaje audiovisual: encuadres, iluminación, adquiriendo destreza con el manejo de las cámaras, con el funcionamiento de un rodaje, con la escritura del guion… No solo consiguen desarrollar sus conocimientos y capacidades como narradores audiovisuales, sino que también fortalecen su creatividad para aprender a contar ideas y sentimientos a través de imágenes.
Suicido, TCA (Trastornos Conducta Alimentaria), depresión, autolesiones, ansiedad, mal uso de las redes sociales y acoso han sido los temas que, sin lugar a duda, más han sacado a relucir los jóvenes que ya han participado de esta iniciativa.
La visualización de otros cortometrajes sobre estos temas y el trabajo de aula ha servido para que los adolescentes, que muchos de ellos el primer día no se conocían, hayan empezado a conformar un grupo de opinión seguro y tolerante. Dos ayuntamientos, Daganzo y San Agustín, además han incorporado a estos talleres sesiones de información sobre Salud Mental para adolescentes que MIL ha ofrecido en colaboración con el Grupo Laberinto, especialistas en psicología infantil y juvenil.
Trabajo en equipo
Otro de los puntos fuertes del taller es el trabajo en equipo.
Además de trabajar a diario en grupos o parejas, en el trabajo final, la grabación del cortometraje se debe convertir en un auténtico equipo de rodaje, un engranaje de profesionales que debe funcionar a la perfección, en el que cada uno se ha de responsabilizar de su parcela, escuchar y contribuir en la toma de decisiones. Cada alumno decide cómo quiere participar, escoge profesión: actores, operadores de cámara, sonido, vestuario, fotografía, making of, etc.
Los cortometrajes se estrenan en un evento público en el que no solo participan los alumnos y sus familias, sino que suele ser abierto al resto de habitantes del municipio.
