Un grupo de investigadores de la Universidad de Rockefeller encontró Glivec, un antitumoral que podría frenar el Alzheimer.
Al parecer, Glivec es capaz de inhibir, de forma selectiva, la producción de la proteína beta-amiloide, que forma las placas características de la enfermedad. Además, no afecta a otras moléculas, pero tiene un inconveniente que impide su aplicación a los más de 30 millones de enfermos que existen en el mundo: es incapaz de traspasar la barrera hematoencefácila, es decir, aquella que “filtra” las sustancias que pueden entrar en el celebro.
A pesar de todo, se trata de un gran descubrimiento y los investigadores continuarán en esta línea, intentando hallar un compuesto con estas características pero que pueda pasar la citada barrera.
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