El 1 de julio y hasta finales de agosto comenzarán las ansiadas rebajas de verano con sus codazos, empujones y tiendas abarrotadas de gente que quiere encontrar gangas.
Con la llegada del calor toca hacer cambio de armario y sacar la ropa de verano. Muchas veces de un año para otro los cuerpos cambian y hay que deshacerse de muchas prendas. Para eso están las rebajas de verano, para hacerse con ropa de esta temporada a precios más asequibles. Aún así, hay que tener la mente fría y no comprar más de lo necesario, dejándonos llevar por los precios.
Antes de ir de tiendas, lo mejor es hacerse una lista de cosas que necesitamos y del presupuesto que estamos dispuestos a gastar. Es mejor ir con una idea, si no puede que lleguemos a casa con la cartera vacía y mil cosas que no necesitamos. Además de la lista de cosas necesarias, márcate un recorrido de las tiendas a las que quieres acudir y qué buscas en ellas. Antes de ir a la tienda, podemos echar un vistazo a su página web. Muchas veces hay mejores descuentos y mayor cantidad de prendas que en las tiendas físicas, aunque no puedes perder de vista los gastos extra de envío o los recargos por la forma de pago.
Cuando realices una compra en rebajas hay aspectos muy importantes que tienes que observar. Entre ellos están las condiciones del artículo originales, como el precio original para poder conocer el descuento aplicado o el estado de la prenda. Muchos comerciantes aprovechan para sacar los productos con taras, y de esta venta se ocuparían los centros outlet, no las épocas de rebajas. Siempre que hagamos una compra, lo recomendable es guardar el ticket durante un periodo de un mes por si surge cualquier problema: mala calidad, no nos vale, etc y necesitamos cambiar el producto.
