Según un estudio del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos, llevar una dieta poco equilibrada está relacionada con el consumo de alcohol, ya que cuando se beben sustancias alcohólicas la población se decanta por alimentos más grasos y calóricos.
Los investigadores han encontrado un vínculo entre la mala alimentación y el consumo de alcohol, que descubrió que quienes beben más suelen tener dietas más pobres.
El estudio, dirigido por la nutricionista y epidemióloga Rosalind Breslow, ha sido publicado en la revista ‘The American Journal of Clinical Nutrition’, y contó con la participación de 1.800 personas que realizaron una encuesta de salud y calidad de vida realizada en Estados Unidos entre 2003 y 2008.
Los resultados muestran que cuando la gente bebía tomaba entre dos y tres bebidas al día, siendo las más habituales la cerveza y el vino. Sin embargo, mientras que los días que no bebían consumían una media de 1.700 (mujeres) y 2.400 (hombres) calorías diarias, cuando tomaban algo de alcohol la media subía entre 300 y 400 calorías respectivamente.
Para las mujeres, las calorías adicionales podrían tener su explicación en el propio alcohol, han apuntado los expertos, si bien en los hombres entre 100 y 200 calorías eran atribuibles a la alimentación, tanto a la cantidad ingerida como al tipo de alimentación.
En concreto, los hombres decían comer más patatas y carne blanca en sus días de consumo de alcohol, y tanto ellos como las mujeres bebían menos leche.
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