Con motivo del Día Mundial de los Humedales, que se celebra el próximo 2 de febrero, SEO/BirdLife ha decidido unirse a esta conmemoración bajo el lema «Los humedales olvidados», con el objetivo de recuperar de la indiferencia administrativa aquellos espacios que, pese a haber sido vitales en el pasado o seguir siendo de gran relevancia, no cuentan con la protección necesaria. La organización ecologista pone el foco en los humedales que, por no ser considerados zonas de máximo interés, han quedado relegados a un segundo plano en cuanto a conservación.
En línea con este objetivo, SEO/BirdLife ha presentado el informe «Humedales ante un futuro incierto», que analiza el estado de conservación de las zonas húmedas de España. El informe examina la situación actual de los humedales, incluyendo las zonas Ramsar y los hábitats de interés comunitario (HIC) vinculados a estos ecosistemas. Además, se ha considerado el estado de las poblaciones de aves acuáticas invernantes, tomando estas especies como indicadores del bienestar general de los humedales.
Una de las conclusiones más alarmantes del informe es que el 76 % de los hábitats de interés comunitario vinculados a humedales presenta un estado de conservación desfavorable. Este porcentaje es mucho mayor que el promedio de la Unión Europea, que se sitúa en un 60 %. Dentro de las regiones biogeográficas, la mediterránea y la alpina presentan los peores datos, con un 89 % y un 80 % de los hábitats en estado desfavorable, respectivamente. Esto pone de manifiesto la grave situación de muchas de las zonas húmedas de España, que se encuentran al borde del colapso ecológico.
La urgencia de una restauración a gran escala
El informe subraya la necesidad de acción urgente para salvar estos ecosistemas esenciales. Según Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, «los resultados del informe nos ofrecen un diagnóstico fiable y global sobre el estado de los humedales», destacando que el tiempo para actuar es limitado. Con el Plan Estratégico de Humedales a 2030 en marcha, SEO/BirdLife ha identificado áreas prioritarias como la laguna de La Janda (Cádiz) y la laguna de Antela (Ourense), que deben ser restauradas para evitar su desaparición.
El Plan Estratégico tiene como objetivo recuperar, antes de 2030, al menos 1.000 hectáreas de La Janda y 500 hectáreas de Antela. Estos humedales, que fueron alguna vez de gran importancia, deben ser objeto de un esfuerzo conjunto para evitar su pérdida irreparable.
Un diagnóstico preocupante para los humedales costeros
La situación no es menos alarmante para las lagunas costeras, que SEO/BirdLife ha solicitado sean declaradas hábitats en peligro de desaparición. A pesar de su importancia ecológica y de ser considerados hábitats prioritarios, estos ecosistemas aún no han sido catalogados en el Catálogo Español de Hábitats en Peligro de Desaparición, lo que retrasa su protección adecuada. Humedales como los del Mar Menor, Doñana, la Albufera de Valencia y Maspalomas se encuentran entre los más amenazados, y su futuro sigue siendo incierto.
Los humedales de la Red Natura: una situación intermedia
Por otro lado, los humedales que forman parte de la Red Natura 2000 presentan un estado global de conservación intermedio. El informe revela que solo el 34 % de los registros evaluados se encuentran en un estado de conservación bueno, mientras que el 50 % se encuentra en estado inadecuado y el 13 % en un estado malo. De nuevo, la región mediterránea es la más afectada, lo que plantea serios retos para la conservación de los humedales en esta zona.
Aves acuáticas en peligro: el declive es evidente
Un aspecto clave del informe ha sido el análisis sobre el estado de las aves acuáticas invernantes, cuyas poblaciones han experimentado una caída alarmante en los últimos años. De las 67 especies de aves evaluadas, 36 han mostrado una tendencia de descenso poblacional. Entre ellas, se encuentran especies comunes y abundantes, como el ánade azulón y la focha común, que han visto reducir su número de manera significativa. Esto pone de manifiesto que, a pesar de la importancia de los espacios como Doñana, el delta del Ebro y la albufera de Valencia, las aves acuáticas continúan enfrentando enormes desafíos.
El análisis de los datos indica que la sobreexplotación de los recursos hídricos, los cambios en el uso del suelo y el cambio climático han tenido un impacto devastador sobre estos ecosistemas. Las aves migratorias, en particular, se han visto forzadas a desplazarse hacia el norte peninsular, donde las condiciones para su supervivencia son más favorables.
La situación crítica de Doñana y el Delta del Ebro
En Doñana, uno de los humedales más emblemáticos, el deterioro de los ecosistemas acuáticos ha alcanzado niveles extremos debido a la intensificación agrícola y a los periodos prolongados de sequía. En enero de 2024, se registró la peor invernada de la historia del parque, con solo 122.196 ejemplares de aves acuáticas. La situación no es mucho mejor en el delta del Ebro, donde aunque el humedal sigue siendo un refugio vital para las aves, también se ha observado una disminución en el número de anátidas y fochas.
¿Qué podemos hacer para salvar los humedales?
La conclusión es clara: se necesita una acción inmediata para salvar nuestros humedales y las especies que dependen de ellos. SEO/BirdLife insta a las administraciones públicas a cumplir con los compromisos establecidos en el Reglamento sobre restauración de la naturaleza y en el Plan Estratégico de Humedales a 2030. La restauración de estos ecosistemas es vital no solo para la biodiversidad, sino también para el bienestar de las comunidades que dependen de
