Un equipo de científicos ha descubierto las bases genéticas de la obesidad. Los estudios aparecen publicados en Nature Genetis y se basan en datos de más de 200.000 participantes. Así, los especialistas han identificado 18 nuevos genes asociados con la obesidad en general y el Índice de Masa Corporal (IMC) y otros 13 que están vinculados a la distribución de grasas.
El cometido del trabajo, tal y como asegura Joel Hirschhorn, del Instituto Broad de MIT y de Harvard, es explicar por qué cada individuo tiene una susceptibilidad diferente a la obesidad.
Las personas que tienden a acumular grasa en la zona abdominal poseen un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y diabetes que las que acumulan tejido adiposo en las caderas. De hecho, los “michelines” son buen un indicador para medir el riesgo de sufrir un infarto.
Conocer las zonas del genoma que determinan si la grasa se deposita en la cintura o en las caderas, y entender por qué existen claras diferencias entre hombres y mujeres, tiene interés biológico y médico, según la coautora del estudio Cecilia Lindgren, de la Universidad de Oxford.
(FOTO: Didier Vidal)