La Comunidad de Madrid participa un año más en la celebración de la XI edición del Belén Viviente en el municipio de El Berrueco, en el que participan todos los vecinos de la localidad representando las diferentes escenas así como recuperando tradiciones y oficios.
De esta forma, la parte del pueblo que todavía conserva su arquitectura tradicional se convierte en un escenario natural donde se representa un Belén Viviente.
La Comunidad participa en esta actividad a través de las líneas de subvención puestas en marcha por el Patronato Madrileño de Áreas de Montaña (PAMAM), para el desarrollo, promoción y divulgación de eventos culturales que pongan de manifiesto la riqueza cultural, histórica y paisajística de la Sierra Norte de Madrid.
“Esta iniciativa que hace once años empezó siendo un proyecto modesto, con el paso del tiempo y gracias a la colaboración y participación de todos los vecinos, se ha convertido en una de las citas navideñas más importantes de toda la Sierra Norte madrileña”, recordó la gerente del PAMAM, Natalia Pérez Villena, durante su visita al Belén de El Berrueco.
Y es que todos los vecinos tienen un cometido diferente en esta actividad tanto en lo referente a la puesta en escena, los decorados, el maquillaje, los vestuarios, la dirección y gestión administrativa o la redacción de guiones.
La visita se realiza en grupos de 25 personas
El Belén Viviente de El Berrueco muestra las escenas bíblicas mezcladas con representaciones de oficios típicos que representa la forma de vida en esta zona de la región hace años.
La zona más histórica del pueblo, ambientada de forma rural y navideña, acoge estas representaciones que los visitantes pueden observar alumbrándose sólo con antorchas o con la luz de las hogueras que se encienden a lo largo del recorrido. La visita se realiza en grupos de 25 personas que van acompañados de un guía que va explicando las distintas escenas.
Los diferentes actos de los que se compone este Belén Viviente son la Anunciación, la Anunciación a los Pastores, la escena de Herodes, recreación de la Posada a la que llegaron José y María, y, por supuesto, el Portal de Belén. Así, estas representaciones bíblicas se entremezclan con otras de oficios como los de las hilanderas, las panaderas que trabajan la masa y cuecen los panes, las lavanderas o un mercado tradicional en el que se pueden encontrar puestos de telas, legumbres, verduras o utensilios de labranza.
Especial mención merece la escena destinada a los canteros ya que se trata de un oficio típico de El Berrueco, localidad conocida por la destreza y buen hacer de sus canteros. No en vano, el municipio es conocido por contar con un museo de cantería al aire libre que se puede visitar durante todo el año.
Además, durante el recorrido los visitantes podrán compartir espacio con un conjunto de personajes como jinetes, labriegos con burros de carga y vecinos de la época que, vestidos de forma típica, caminan por las calles dando todavía más credibilidad a la puesta en escena.