Cuando buscamos en Internet, los motores de búsqueda nos suministran una información personalizada, ajustada a nuestro perfil personal y profesional, a nuestros gustos, intereses o simpatías. Esto se debe a que toda la información que buscamos en internet queda registrada y va constituyendo poco a poco lo que el activista Eli Pariser denominó ‘Burbujas de filtros’, un concepto que trata de definir el algoritmo informático que muchos sitios web utilizan en el proceso de mostrar información relevante para el usuario.
Fuente: unir Revista
Mark Zuckerberg, creador de Facebook, dijo que «una ardilla muriendo frente a tu casa podría ser ahora más relevante para ti que la gente muriendo en África». Esto resume la idea en la que se basan todos los sistemas de obtención de información sobre nuestras búsquedas. Gracias al algoritmo ‘Colibrí’ Google es capaz de realizar búsquedas complejas e incluso de analizar el significado y la intención de una frase, más allá de analizar sólo las denominadas ‘key words’ (palabras clave).
Además del casi siempre acertado ‘retrato robot’ que Google es capaz de hacer de los internautas a través de nuestras búsquedas, la información que Google recopila sobre nosotros cuando, por ejemplo, accedemos al correo electrónico, resulta muy valiosa de cara a ofrecersela a los anunciantes para que éstos puedan identificar a su público.
Sabemos que debido a las burbujas de filtros estamos atrapados en “nuestra esfera de resultados”. Pero un reciente artículo publicado en TICbeat, afirma que es posible conocer la información que Google tiene sobre nosotros e incluso que podemos acceder a ella y borrarla.
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Acceder a nuestro ‘retrato robot’
Para echar un vistazo a tus búsquedas y la actividad que has desarrollado en la web, basta con acceder a tu cuenta de Google en clikcar en ‘Actividad en la web y aplicaciones’. Sobre el cuadro de ‘Clics en búsquedas principales’ puedes pinchar en el desplegable y mirar las que has realizado tiempo atrás y el contenido por el que has navegado. Pero esta herramienta sólo nos permite borrar el historial día a día, lo que no resulta demasiado práctico.
Borrar el historial de búsquedas de Google y el rastro de la navegación no tiene ninguna consecuencia, a pesar de que Google nos “amenazará” con advertencias relacionadas con el funcionamiento de algunas aplicaciones.
Si haces clic en el menú de arriba a la izquierda, aparecen otras opciones que también puedes borrar, como tu localización, tu historial de búsquedas y reproducciones en Youtube, entre otros elementos.
Cómo eliminar el historial de ubicaciones de Google
Si pinchamos en el ‘Historial de Ubicaciones’, nos aparecerá un mapa con lugares que hemos visitado. Pulsando en el botón de herramientas (que aparece abajo a la derecha), se abre un desplegable que nos ofrece diversas opciones, como,borrar todo el histórico de localizaciones en las que hemos estado. Sin embargo, según la autora del artículo, Lara Olmo, para conocer toda la información que Google tiene en sus manos acerca de los lugares que hemos frecuentado, lo mejor es elegir la opción ‘Descargar una copia de todos los datos’.
A continuación Google nos ofrecerá la posibilidad de descargar la información en diversos formatos, aunque el recomendable es el formato .zip; después seleccionaremos el método de envío. Es probable que Google tarde horas o incluso días en mandarnos esta información.
La información que Google proporciona a los anunciantes
Otra posibilidad revelada por el artículo es la de conocer qué parte de esa información que Google tiene sobre nosotros está transmitiendo a los anunciantes.
Basta con acceder a ‘Mi cuenta’ y entrar en ‘Información personal y privacidad’ para después pinchar en ‘Configuración de anuncios’ y, a continuación, en ‘Administrar la configuración de anuncios’
Si nos desplazamos hacia el final de la página, verenos la opción ‘Controlar anuncios con sesión cerrada’. Pulsando ahí, podremos elegir si queremos recibir anuncios con tus intereses habilitados o inhabilitados. Lamentablemente, la posibilidad de no recibir publicidad no existe, pero al menos podemos elegir si continuamos encerrados en nuestra personal burbuja de filtros o no.
