El 60% de los animales que ingresan vivos en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) se devuelven al medio natural tras recibir los cuidados de los profesionales de este centro. Así lo ha señalado hoy el consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada.
Jaime González Taboada ha asistido a la suelta de un ejemplar de avutarda atendido en las instalaciones del hospital de fauna de la Comunidad y que, tras el proceso de recuperación, ha sido devuelto hoy a su medio natural.
Este ejemplar es un macho que fue encontrado por la Guardia Civil el pasado mes de julio en un descampado de Fuenlabrada. Cuando llegó al CRAS, trasladado por el SEPRONA, estaba moribundo y presentaba signos de deshidratación así como una grave fractura a causa de un traumatismo de origen desconocido.
Una vez analizado y diagnosticado, los profesionales del centro le administraron los cuidados necesarios para recuperarle y devolverle a su entorno natural en la localidad de Daganzo. Este municipio se ha seleccionado por su abundancia en cultivos de cereales, hábitat idóneo para esta especie protegida.
Antes de liberarle, los técnicos han procedido a identificarle con una marca alar que permite su seguimiento a distancia, ya que en este tipo de aves no es recomendable utilizar el habitual sistema de anillado.
La Comunidad de Madrid es la cuarta región española con mayor número de avutardas tras Castilla y León, Extremadura y Castilla-La Mancha, comunidades con mucha mayor superficie. La población madrileña de avutardas está próxima a los 1.500 ejemplares, lo que representa cerca del 4% de la población mundial.
Esta suelta de aves es una de las actividades que desarrolla el CRAS, un centro que abrió sus puertas en 2010 y está especializado en la atención de la fauna silvestre, tanto autóctona de la región como exótica.
Desde su inauguración, el Centro ha atendido a cerca de 17.000 animales
Control de fauna en el aeropuerto de Barajas
Una de las labores que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente, a través del CRAS, es el control de la avifauna en los alrededores del aeropuerto de Adolfo Suárez-Barajas, con el fin de reducir el riesgo de accidentes en el tráfico aéreo.
Así, los huevos y pollos localizados en las inmediaciones del aeródromo –más de un centenar en los últimos cinco años- son trasladados al CRAS para su cría o incubación y posteriormente, cuando estos animales pueden valerse por sí solos, se devuelven al medio natural.