Con la llegada de las vacaciones es necesario llevar en la maleta un “botiquín de viaje” con lo básico en caso de cualquier percance médico. Antes de viajar debemos conocer bien las características del lugar elegido y en función de eso, preparar un botiquín básico de viaje.
Lo primero que debemos tener en cuenta es a dónde vamos, viaje nacional o internacional, cuándo se va, cuánto tiempo y saber el clima y características del destino elegido.
Debemos saber cuáles son las enfermedades más comunes del destino al que se va a viajar e informarse de la dosis de vacunas necesarias, si es que las hubiera.
Hay algunos elementos fundamentales que no deben faltar en un botiquín de viaje como medicamentos básicos:
– ibuprofeno o paracetamol
– vendas, tiritas, apósitos y pomadas
– crema para las picaduras de mosquitos, insecticidas o repelentes
– antibióticos, antiestamínicos y antiinflamatorios
– gasas estériles, algodón hidrófilo
– agua oxigenada y alcohol 96º
– toallitas antisépticas
– termómetro
– pastillas desinfectantes
– crema solar
Por supuesto, todas estas recomendaciones son a nivel general. Hay que tener especial precaución si viajan niños, mayores o personas que necesiten indicaciones específicas como los diabéticos.
Si precisas una medicación específica, recuerda llevar consigo el nombre genérico, ya que el nombre concreto de la marca que utilizas puede no existir en otros países.
El botiquín de viaje no debe estar expuesto al sol, la luz o la humedad. Guardarlo en un lugar adecuado es fundamental para que esté todo correcto a la hora de usarlo si fuera necesario.
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