El Hospital público Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de la Comunidad de Madrid ha realizado mil trasplantes cardiacos
La intervención número 1.000 del hospital público Puerta de Hierro se ha llevado a cabo en un hombre de 57 años que, tras sufrir un infarto agudo de miocardio, presentaba un corazón gravemente dañado. Su evolución ha sido muy favorable y ha sido dado de alta de la Unidad de Cuidados Postquirúrgicos para continuar con su recuperación.
30 retransplantes y 60 múltiples
De estas mil intervenciones, 30 han sido retrasplantes y otras 60 múltiples, es decir, de corazón y otros órganos como el pulmón, el hígado o el riñón. Hasta un 40% se ha llevado a cabo en situación de riesgo vital o extrema urgencia, habiendo necesitado muchos de estos enfermos dispositivos de asistencia ventricular previos. Además, casi la mitad (el 47,6%) ha sido en personas procedentes de otras comunidades autónomas.
Programa de Trasplante Cardiaco
Durante estos 39 años transcurridos desde la puesta en marcha de su Programa de Trasplante Cardiaco, el equipo del Hospital Puerta de Hierro ha participado de muchos avances en esta disciplina. En febrero de 2020, realizó un trasplante de corazón procedente de un donante en asistolia controlada, es decir, de un paciente fallecido por parada cardiorrespiratoria.
Hasta ese momento, todas procedían de personas en muerte encefálica. Este primer caso significó la incorporación de una nueva fuente de donación y, por tanto, más oportunidades de vida para los ciudadanos en lista de espera. Para su realización, el corazón del donante se conectó con éxito antes de su extracción a una máquina de circulación extracorpórea (ECMO) que lo mantuvo oxigenado y en funcionamiento hasta su implantación en el receptor.
Algo más de un año después, en mayo de 2021, el Hospital Puerta de Hierro utilizó un sistema de transporte y conservación cardiaco portátil (exvivo) que permite prolongar el tiempo de protección y de isquemia de un corazón que va a ser trasplantado.
Gracias a esta tecnología, que realiza una perfusión cardiaca continua de una solución en frío, con nutrientes y sangre oxigenada, el órgano se mantiene en un ambiente metabólico óptimo, disminuyendo las demandas energéticas y el estrés oxidativo provocados por el transporte en frío realizado habitualmente. Esto se traduce en una mejor conservación, pero también en un aumento del margen de tiempo disponible desde que se produce la extracción hasta que se realiza el trasplante cardiaco en el receptor.