El orégano es una hierba aromática que se emplea como condimento en múltiples elaboraciones gastronómicas. Se trata de una planta que forma parte del grupo familiar de las labiadas y que puede alcanzar una altura de hasta unos sesenta centímetros.
De nombre científico Origanum vulgare, el orégano presenta hojas ovaladas de tamaño pequeño y flores dispuestas en espigas. Entre las propiedades medicinales que se le atribuyen, se considera al orégano como un vegetal antiséptico, antimicrobiano y antioxidante.
El orégano contiene fibra, hierro, manganeso, vitamina E, hierro, calcio, ácidos grasos omega, manganeso, además de ser una fuente rica en vitamina K.
Beneficios del orégano
- Se convierte en una estupenda alternativa para tomar en infusión y acabar con los gases que se puedan tener.
- Combate de forma contundente los síntomas de la gastritis.
- Se considera que puede ayudar a bajar cualquier inflamación. Por ese motivo, se convierte en una buena alternativa tomarlo para acabar con problemas tales como dolor de garganta o bronquitis así como contusiones.
- Además, no hay que pasar por alto que recurrir a su ingesta o al uso de productos cosméticos que lo contengan como ingredientes es útil para lograr que la piel se encuentre en un estado estupendo. Es más, la mantiene sana al tiempo que logra actuar de manera preventiva contra el envejecimiento
- El orégano es un buen aliado contra la actividad microbiana. El aceite de orégano, por ejemplo, es un potente antimicrobiano, debido a que contiene un compuesto esencial llamado carvacol. Sus propiedades son tan intensas que puede incluso aniquilar al Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y a otros antibióticos.
- Un equipo de biólogos de la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos explicaban en la revista PLoS ONE que la actividad anticancerígena del orégano se basa en que fomenta la detención del ciclo celular y promueve la apoptosis (es decir, el suicidio de las células de cáncer) en las pacientes con cáncer de mama.

Cómo utilizarlo
Sea salvaje o sea cultivado, debemos tener ciertas pautas claras a la hora de cosechar orégano para aprovechar su sabor y no lastimar la planta. Lo fundamental es que lo hagamos en verano, época de floración y donde más aromático e intenso es. Se puede hacer en otra época del año, pero el aroma será menor, aunque es práctico si queremos consumirlo en fresco.
Cuando estemos ante una planta de orégano, lo recomendable es cortar con unas tijeras la rama ya brotada, flor incluida, y no hacerlo nunca a una altura demasiado baja para que esas ramas puedan brotar de cara al invierno siguiente. Este matiz es importante si es cultivado pero lo tenemos en exterior, ya que en interior es más fácil de controlar.
El orégano se puede consumir en fresco o en seco, aunque la primera opción es más infrecuente pero más sutil, donde es conveniente romper ligeramente unas hojitas en el plato en cuestión, para que dispersen sus aceites esenciales.
