Con el otoño y el invierno llega el frío y con él los famosos pucheros que tan bien siente en esta época y que por regla general contienen más calorías que los platos típicos de verano. A continuación desde Europa Press dan unos consejos para evitar ganar peso.
Los alimentos del otoño son calóricos y producirán un aumento de tejido adiposo y peso. Para evitar ganar peso o incluso perderlo la doctora Maribel Lopera, de la Unidad de Antiaging de la Clínica Beautyderm de Barcelona aconseja:
1. Abrigarnos: sobretodo las zonas distales del cuerpo, para ello debemos usar guantes para las manos, calcetines para los tobillos y llevar siempre zapatos. También la espalda debe estar abrigada y en concreto la nuca en las horas de sueño, sobre todo al amanecer cuando refresca.
2. Evitar cambios bruscos de temperatura: se debe huir del calor excesivo en locales cerrados y del exceso de frío en el exterior “para no disparar los avisos fisiológicos para entrar en calor, es decir, no estimular el apetito por todos los alimentos calóricos de esta epoca como chocolates, frutos secos o dulces.
3. Comer alimentos calientes y cocinados: para calentar antes el cuerpo y aumentar su absorción, recordando que los triturados (cremas y zumos) engordan más que lo entero o troceado. Los crudos son alimentos de veranos mientras que los alimentos cocinados serán más adecuados para epocas de más frio. Caldos vegetales, cebolla, tomate y ajo deben estar presentes siempre. El horno y el wok son idóneos para preparar los alimentos.
4. Respetar los horarios y acostarse pronto: se puede tomar triptofano o alimentos ricos en este aminoácido a la caída del sol, cuando más se acusa el descenso del neurotransmisor serotonina, clave en el estado de ánimo, y por la noche melatonina a dosis muy bajas (0,5 a 1 mg). El bajo estado de ánimo y fatiga acompaña a los mediterráneos en otoño. “Dormir mas horas ayuda a recuperar el animo y tener pensamientos más alegres y positivos”, apunta Lopera.
5. Disfrutar del momento: pasear y tomar el sol, disfrutar de la nieve y de la altura, de la brisa marina y el ejercicio físico, “ademas de reír, darse cariño, amar, todo ello suponen fuentes de producción de endorfinas mejores que los alimentos ricos en triglicéridos y colesterol de los picoteos de la tarde, que también suben las endorfinas.
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