Málaga despliega su historia y alegría: seis siglos de tradición en la Feria de Agosto 2025
Del 16 al 23 de agosto, la Feria de Málaga revive su fiesta grande entre biznagas, verdiales y memoria histórica
Málaga, 10 de julio de 2025 – Calles empedradas que huelen a jazmín y cartojal, caballos engalanados, el estruendo de los fuegos artificiales reflejándose en el Mediterráneo. Cada agosto, Málaga teje su fiesta más universal donde conviven reyes católicos, catapultas reconstruidas y tecnología 5G. La Feria de Málaga, declarada celebración popular en 1491 pero con raíces en 1487, prepara su edición 2025 (del 16 al 23 de agosto) como un viaje en el tiempo que atrae a más de dos millones de visitantes.
Orígenes: De la Reconquista al renacimiento burgués
El 19 de agosto de 1487, los Reyes Católicos culminaron el asedio a Málaga tras tres meses de batalla. Dos años después, el Cabildo Municipal instauró una fiesta anual el 15 de agosto con procesiones y corridas de toros. Pero no sería hasta 1887, en plena crisis por la filoxera que arrasó los viñedos, cuando la burguesía malagueña liderada por Tomás Heredia Livermore rescató la tradición. Con 55.793 pesetas recaudadas por suscripción popular, organizaron unos festejos que incluyeron:
- Una cabalgata histórica con 500 figurantes ataviados con trajes medievales
- Una catapulta funcional construida por el ingeniero José María Sancha
- Corridas con figuras como Lagartijo y ensayos pioneros de luz eléctrica
Dos ferias en una: El día y la noche
Desde 1987, la fiesta despliega su dualidad única en España:
- Feria de Día: Inunda el centro histórico (Calle Larios, Plaza Constitución) con pandas de verdiales (fandango ancestral declarado Bien de Interés Cultural), vestidos de volantes y aroma a espetos. El ambiente familiar concluye a las 18:00 según ordenanza municipal.
- Feria de Noche: En Cortijo de Torres, 200 casetas de acceso gratuito –excepcional en Andalucía– acogen conciertos y atracciones hasta el amanecer. La caseta municipal de flamenco ha reunido a leyendas como José Mercé y Estrella Morente.
Símbolos y anécdotas
- La biznaga: Arte efímero de jazmines clavados en penca que perfuma las calles.
- Pregones estelares: De Chiquito de la Calzada (1996) a Antonio Banderas. En 2025 será el turno del novelista Javier Castillo.
- Corrida picassiana: Única en el mundo con trajes inspirados en el genio malagueño (celebrada desde 2003).
- Tecnología: WiFi gratuito en 40 puntos y app geolocalizada que gestiona masivas menciones del hashtag #feriamlg.
Impacto económico y logística
Con 2.1 millones de visitantes (340.000 turistas) y 35.5 millones de impacto económico, la organización incluye:
- Transporte: Línea especial de autobuses F (24h, tarifa 2€)
- Aparcamiento: 8.000 plazas habilitadas
- Seguridad: Refuerzo de cobertura móvil para emergencias
Memoria viva del Mediterráneo
Esta fiesta que nació para conmemorar una conquista y se reinventó para salvar una ciudad en crisis, sigue siendo hoy un modelo de resiliencia cultural. Como escribió el historiador Elías de Mateo: «Fue en 1887 cuando Málaga entendió que su futuro pasaba por abrazar su pasado». entre biznagas, verdiales y memoria histórica
Málaga, 10 de julio de 2025 – Calles empedradas que huelen a jazmín y cartojal, caballos engalanados, el estruendo de los fuegos artificiales reflejándose en el Mediterráneo. Cada agosto, Málaga teje su fiesta más universal donde conviven reyes católicos, catapultas reconstruidas y tecnología 5G. La Feria de Málaga, declarada celebración popular en 1491 pero con raíces en 1487, prepara su edición 2025 (del 16 al 23 de agosto) como un viaje en el tiempo que atrae a más de dos millones de visitantes.
Orígenes: De la Reconquista al renacimiento burgués
El 19 de agosto de 1487, los Reyes Católicos culminaron el asedio a Málaga tras tres meses de batalla. Dos años después, el Cabildo Municipal instauró una fiesta anual el 15 de agosto con procesiones y corridas de toros. Pero no sería hasta 1887, en plena crisis por la filoxera que arrasó los viñedos, cuando la burguesía malagueña liderada por Tomás Heredia Livermore rescató la tradición. Con 55.793 pesetas recaudadas por suscripción popular, organizaron unos festejos que incluyeron:
- Una cabalgata histórica con 500 figurantes ataviados con trajes medievales
- Una catapulta funcional construida por el ingeniero José María Sancha
- Corridas con figuras como Lagartijo y ensayos pioneros de luz eléctrica
Dos ferias en una: El día y la noche
Desde 1987, la fiesta despliega su dualidad única en España:
- Feria de Día: Inunda el centro histórico (Calle Larios, Plaza Constitución) con pandas de verdiales (fandango ancestral declarado Bien de Interés Cultural), vestidos de volantes y aroma a espetos. El ambiente familiar concluye a las 18:00 según ordenanza municipal.
- Feria de Noche: En Cortijo de Torres, 200 casetas de acceso gratuito –excepcional en Andalucía– acogen conciertos y atracciones hasta el amanecer. La caseta municipal de flamenco ha reunido a leyendas como José Mercé y Estrella Morente.
Símbolos y anécdotas
- La biznaga: Arte efímero de jazmines clavados en penca que perfuma las calles.
- Pregones estelares: De Chiquito de la Calzada (1996) a Antonio Banderas. En 2025 será el turno del novelista Javier Castillo.
- Corrida picassiana: Única en el mundo con trajes inspirados en el genio malagueño (celebrada desde 2003).
- Tecnología: WiFi gratuito en 40 puntos y app geolocalizada que gestiona masivas menciones del hashtag #feriamlg.
Impacto económico y logística
Con 2.1 millones de visitantes (340.000 turistas) y 35.5 millones de impacto económico, la organización incluye:
- Transporte: Línea especial de autobuses F (24h, tarifa 2€)
- Aparcamiento: 8.000 plazas habilitadas
- Seguridad: Refuerzo de cobertura móvil para emergencias
Memoria viva del Mediterráneo
Esta fiesta que nació para conmemorar una conquista y se reinventó para salvar una ciudad en crisis, sigue siendo hoy un modelo de resiliencia cultural. Como escribió el historiador Elías de Mateo: «Fue en 1887 cuando Málaga entendió que su futuro pasaba por abrazar su pasado».