Varios vecinos de Colmenar Viejo han compartido imágenes de un búho real que lleva semanas ‘campando a sus anchas’ por la localidad. Ha sido avistado en varios barrios de la ciudad durante el día.
Algunos vecinos han avistado un búho real en el ambulatorio norte, en la calle Boalito, en la zona de la estación, Fuente Santa y Santa Teresa entre otros lugares de Colmenar Viejo según aseguran los vecinos.
Algunos apuntan a que podría ser Fermín, el mismo búho que se avistó en Colmenar Viejo el pasado verano. Se le bautizó con ese nombre ya que la primera vez que fue visto fue el 7 de julio de 2021, San Fermín, y comentan que permaneció en el municipio hasta el otoño.
Los colmenareños han celebrado el poder ver, desde una distancia prudencial, un ejemplar de búho real en libertad, sobrevolando el municipio y posándose sobre edificios municipales, en balcones particulares y, como no, en árboles.
El búho bautizado Fermín se ha dejado ver tanto de noche, algo normal entre rapaces como esta, como de día, algo más inusual, haciendo las delicias de los más afortunados.
Marta M.A. tuvo la suerte de fotografiar a Fermín en el Centro de Salud Norte de Colmenar Viejo hasta que este echó a volar. Como se ve en la imagen a continuación, parece incluso que mirase a cámara.

Eva María M.P. comentaba que «Este verano Fermín nos acompaño un par de días en la piscina de Vista Nevada. Un gran privilegio verle de tan cerca»
Según publica la Asociación ANAPRI en su blog, «fue en pleno confinamiento, concrétamente en abril, cuando en la realización de nuestro seguimiento de la avifauna que nos planteamos desde Anapri para ese encierro forzoso, nuestro compañero Arsenio, descubrió a esta preciosa rapaz en el tejado de los adosados entre el Mirador y Santa Teresa«. A partir de ese momento, los avistamientos pasaron a ser más frecuentes «por lo que nuestra compañera Sonsoles decidió bautizarle como Fermín, aunque desconocíamos si era macho o hembra».
Sobre el búho real
Según Fauna Ibérica, el búho real es la mayor de las rapaces nocturnas ibéricas e imposible de confundir con ninguna otra. Su plumaje es pardo jaspeado.
Talla de unos 70 cm, y entre 2,5 y 3,5 kg de peso. Su envergadura alar sobrepasa los 150 cm., y tiene orejas anchas a modo de grandes cejas (a diferencia del Búho chico, en el que las orejas parecen antenas), poderosas garras y ojos claramente anaranjados.
Tienen una elevada capacidad auditiva y perfeccionada visión nocturna, lo que unido a sus garras y a su vuelo silencioso los convierte en uno de los más eficientes depredadores nocturnos.
Se encuentra presente en toda la Península Ibérica, y en gran variedad de hábitats, incluso en la proximidad de ciudades, siempre que haya acantilados o paredes rocosas en los que anidar y presas de las que alimentarse.