Activistas de Greenpeace han escalado el edifico más grande de Europa, el edifico Shard de Londres sede de Shell, para pedirle que no destruya el Ártico.
Un grupo de activistas de Greenpeace han evadido todos los controles de seguridad y accedido al edificio Shard de Londres, el más alto de Europa occidental. Seis escaladoras han subido el edificio, de 310 metros de altura, para desplegar una pancarta que refleja la belleza del Ártico y pedirle a Shell que no destruya este territorio único.
Motivaciones
Este edificio ha sido elegido porque se eleva sobre las tres oficinas de Londres de Shell, incluida la sede mundial del gigante petrolero en el Southbank del Támesis. La multinacional lidera la fiebre del petróleo en el Ártico, con la inversión de miles de millones de euros en sus programas de perforación de Alaska y Rusia. A pesar del movimiento mundial que ha surgido para detenerlos, Shell se niega a abandonar sus planes.
Las voluntarias de Greenpeace han comenzado a escalar a las cuatro de la mañana y la acción durará todo el día. La escalada es libre (sin ningún tipo de ayuda), pero se fijan con cordajes de seguridad a medida que avanzan. Llevan la gran pancarta artística en sus mochilas y por la tarde se calcula llegarán a lo más alto.
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Las escaladoras llevan en sus cascos cámaras que transmiten en directo, con vistas de pájaro su escalada.
Una de las escaladoras es Victoria Henry, de 32 años, una canadiense que vive en Londres. Antes de iniciar el ascenso, declaró: «Vamos a tratar de colgar una enorme pieza de arte a 310 metros de altura para que Shell se lo piense dos veces antes de enviar sus plataformas al Ártico. Va a ser una acción muy dura, tensa, y puede que no sea exitosa, pero haremos todo lo posible por lograrlo. Millones de personas han pedido a Shell que abandone el Ártico, pero siguen intentando perforarlo. Si llegamos a la cima podremos ver las tres oficinas de Shell en Londres por debajo de nuestras cabezas, nos estarán viendo. Tal vez entonces deje de ignorar el movimiento social en contra de ellos».
Cuando era niña me encantaban todos los programas sobre naturaleza de Attenborough, y cuando veía cómo algunas personas destrozaban estos hermosos paraísos vírgenes solo quería ponerme a gritar a los cuatro vientos. De esto se trata todo esto. Si podemos llegar a la cima de este rascacielos y hacer lo que planeamos, los principales ejecutivos de la Shell se asomarán fuera de sus ventanas y podrán ver cómo la belleza del Ártico se eleva por encima de sus cabezas
Shell ha invertido cinco mil millones de dólares en su programa Ártico, pero después de una serie de contratiempos embarazosos (que incluyen una plataforma arrastrada a la costa y un incendio en uno de sus barcos de perforación) se vieron obligados abandonar sus planes de perforar frente a las costas de Alaska. Sin embargo, la compañía ha firmado un acuerdo con Vladimir Putin y la gigante petrolera rusa Gazprom para perforar el Ártico ruso, una región donde las normativas ambientales son laxas y los accidentes frecuentes.
Las escaladoras son de Reino Unido, Canadá, Suecia, Polonia, Holanda y Bélgica. Greenpeace está demandando que el alto Ártico, alrededor del Polo Norte, sea declarado Santuario Global, fuera de los límites de su explotación industrial. Más de tres millones de personas se han unido ya a la llamada en savethearctic.org
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