José Sacristán vuelve a interpretar a Don Quijote después de su actuación en el musical que inundó la Gran Vía de Madrid a finales de los 90. Con Luis Bermejo como director, la obra “Yo soy Don Quijote de la Mancha”, que se representará el Teatro Auditorio de Alcobendas, saca el lado más humano y moral del personaje conservando pasajes de la obra original.
El Teatro Auditorio de Alcobendas acoge la obra ‘Yo soy don Quijote de la Mancha’,el día 9 de marzo a las 20:00 horas. La obra dirigida por Luis Bermejo y llega a la ciudad después de su estreno en el pasado Festival de Teatro Clásico de Almagro y de su gira por diversas ciudades españolas.
José Sacristán ha ensalzado la belleza y hondura de este nuevo trabajo escénico que “rescata el referente moral y ético que es este individuo quien, antes que estar loco, se enfrenta a cualquier riesgo con tal de defender unos principios”, ha explicado.
El actor considera que, sin ánimo de dar lecciones, “está implícito en este personaje una especie de aproximación a la forma ideal de entender la relación con el mundo y los demás”. “Esto es un juego”, ha declarado Sacristán abundando en su “satisfacción” por trabajar en esta “aventura” con “gente joven que arriesga y se divierte” y por estar ocupado en algo “que puede ser de alguna utilidad a quien lo vea”.
Quijote por aspiración
Sacristán no ha dudado en asegurar que es Quijote “por aspiración”, incluso moral. “No hay antagonismo entre Quijote y Sancho. Desde esta obligación de entender y amar a Sancho hago mío este Quijote”, ha declarado elogiando el “acierto” de José Ramón Fernández de dar protagonismo a Sanchica, la hija de su compañero de aventuras, interpretada por Almudena Ramos.
Por su parte, José Ramón Fernández ha resaltado la visión del mundo de este Quijote, “especial porque desea hacer el bien y que la justicia sea justa”. “Hemos intentado que este mito que todos tenemos en la cabeza siga formando parte de nuestra vida y nuestros sentimientos a través de los actores”, añade.
El dramaturgo ha explicado también que ha querido “conservar muchas palabras y frases” del Quijote de Cervantes. “Es un texto tan lleno de tesoros que la mayor dificultad es lo que lloras tachando”, ha reconocido. En este montaje se conservan así algunos pasajes bien conocidos por el gran público y, también, se juega con él a descubrir qué cosas son del original y cuáles no.
“Picar al espectador a volver al texto original era muy apetecible”, asegura añadiendo que el objetivo era construir “un Quijote esencial, volver a lo que teníamos metido en el alma”.
Año y medio “intenso” de trabajo con el texto ha llevado al equipo la puesta en pie de este espectáculo que destila, a la vez, “mucho humor”, como ha señalado Luis Bermejo para quien el Quijote “no ha perdido el juicio sino que vive con intensidad lo que otros experimentamos débilmente”.
Personajes universales
A este respecto tanto José Sacristán como José Ramón Fernández han reconocido que, en el mundo, afortunadamente, aún quedan “Quijotes”. “Frente a lo peor que surge con la crisis aparecen actitudes y gestos de esta especie a la que pertenecemos. Sería para volar el planeta si ya no hubiera personas capaces de defender sus principios”, ha afirmado el veterano actor.
Para Fernández, también ahora, “en determinadas circunstancias algunos sacan lo mejor, y en este texto se habla de eso”. Estos son “personajes universales, pero mucho más ricos y rabiosamente humanos”, ha asegurado.
A continuación puede ver un vídeo sobre la obra y entrevista a José Sacristán:
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