La incontinencia urinaria (IU) afecta a más de la mitad de las mujeres durante y después del embarazo, alterando su calidad de vida en el ámbito fisiológico, social y emocional. Un estudio liderado por el investigador Rubén Barakat en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha demostrado que realizar ejercicio físico de forma supervisada reduce significativamente la incidencia de esta afección.
Los cambios hormonales y anatómicos que se producen en el cuerpo de la mujer durante la gestación son los principales responsables de la IU. El aumento de hormonas como la relaxina y la progesterona, sumado a la presión que ejerce el útero sobre la vejiga, provoca pérdidas involuntarias de orina en distintos grados.
Además, el estilo de vida moderno influye en la aparición de este problema. Factores como el sedentarismo, el estrés y la ganancia excesiva de peso pueden empeorar la sintomatología. Frente a este panorama, la investigación de la UPM resalta que el ejercicio físico regular puede marcar una gran diferencia.
Un programa de ejercicio con resultados prometedores
El estudio contó con la participación de 356 mujeres embarazadas, divididas en dos grupos: un grupo de intervención, que realizó un programa de ejercicio supervisado tres veces por semana, y un grupo de control, que no siguió ningún protocolo específico.
Los datos fueron concluyentes:
- El 64% de las mujeres del grupo de ejercicio no presentaron incontinencia urinaria, frente al 48% del grupo control.
- Solo el 2% de las mujeres activas experimentaron pérdidas de orina varias veces al día, mientras que en el grupo sin ejercicio este porcentaje ascendió al 10%.
- Durante el postparto, el 83% de las mujeres que siguieron el programa no presentaron IU, en comparación con el 67% del grupo de control.
Estos resultados demuestran que el ejercicio no solo previene la incontinencia durante el embarazo, sino que también favorece la recuperación postparto.

La importancia del fortalecimiento del suelo pélvico
Uno de los elementos clave del programa de ejercicio es el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, que juega un papel fundamental en el control de la continencia urinaria. Este método, conocido como Barakat Model, ha demostrado ser una herramienta eficaz para preparar el cuerpo de la mujer gestante y mejorar su bienestar.
Un reto para el sistema sanitario
Los investigadores subrayan que, para reducir la prevalencia de la incontinencia urinaria, es necesario un enfoque multidisciplinar que incluya tanto al sector sanitario como al académico. Destacan que los recursos existen, pero que su implementación depende de una coordinación efectiva entre instituciones sanitarias y universidades.
Este estudio ha contado con la colaboración de los hospitales Severo Ochoa de Leganés, Puerta de Hierro de Majadahonda, Universitario de Torrejón y Vall de Hebrón de Barcelona.
