La relación entre Timón y Pumba en la película de El Rey León no es casual, el jabalí verrugoso ha aprendido a tumbarse frente a las mangostas para que estas le acicalen y le despojen de los molestos parásitos.
Según un artículo publicado en Suiform Soundings –una revista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza especializada en cerdos–, los jabalíes verrugosos (Phacochoerus aethiopicus) han aprendido a deshacerse de garrapatas y otros parásitos recurriendo a los servicios de acicalamiento de sus solícitos vecinos: un grupo de mangostas rayadas (Mungos mungo) en busca de tentempiés.
Los jabalíes de la península de Mweya en el parque africano se tumban en presencia de estos pequeños mamíferos carnívoros, y estos forman una especie de equipo de limpieza para examinar los parásitos de los cerdos. Llegan incluso a subirse sobre ellos para tener acceso a más garrapatas.
“Este tipo de colaboración entre diferentes especies de mamíferos es raro, y esta particular interacción demuestra una gran confianza entre los animales”, dice Andy Plumptre, autor del comentario, y director del programa del rift albertino de la Wildlife Conservation Society.
Como ha indicado Sinc, los encuentros entre mangostas y jabalíes verrugosos son ejemplos únicos de mamíferos exhibiendo una relación simbiótica llamada mutualismo, en la que dos especies de animales colaboran para que ambos grupos saquen provecho: los jabalíes ganan una limpieza y las mangostas un almuerzo.
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