La sala de exposiciones del Centro Cultural Casa de Vacas del Retiro acogerá, del 6 al 29 de septiembre, la exposición “La Quimera”, una muestra gratuita que reúne dos pictóricas del artista madrileño, Roy Anglada, y que llega a Madrid después de exponerse con gran éxito en Alemania, Inglaterra y Portugal.
Compuesta por cuarenta obras, la exposición se divide en dos pictóricas: “Los poetas malditos” y “Noúmeno”, que muestran el compromiso del artista desde la pintura abstracta hacia la poesía y la filosofía. Un compromiso que se contagia vivamente en el espectador. «Creo la sensación de un espacio interminable, utilizando un lenguaje abstracto de carácter gestual, doy el protagonismo a la materia, para expresar mi mundo emotivo», explica el artista.
La exposición está comisariada por Julio César Abad Vidal, Doctor en Estética y Teoría de las Artes, historiador y pensador del arte, quién explica que “Roy Anglada ha recurrido a una poesía ajena, mediante su homenaje a poetas nacionales e internacionales en su serie ‘Poetas malditos’, creada en 2015, y expuesta con anterioridad. Además, ha generado una poesía pictórica propia, un territorio embriagador en el que se concita el misterio y se convoca a la muerte –y a una probable promesa que supere el aparente carácter inapelable del final físico–, en un logro mayúsculo, el de su serie Nóumeno”.
“Poetas malditos”
La serie pictórica sobre los poetas malditos está dedicada a seis escritores con una selección de tres obras de cada. Se podrán ver lienzos de Lord Byron, Edgar Alan Poe, Arthur Rimbaud, Alejandro Sawa, Federico García Lorca y Leopoldo María Panero.
Las obras que conforman esta serie, todas ellas realizadas sobre tabla y en un formato mediano (de 60 x 80 cm cada una), alcanzan los más interesantes logros del más rico cromatismo en el conjunto de la trayectoria de Anglada.
“Presencias encendidas, a menudo carentes de una emisión de color puro, y cargadas de un enérgico vitalismo, que se ofrecen ante el espectador como cuerpos que parecen flotar, irradiando luz y alegría, o que conducen a fantásticos territorios excedidos de melancolía, en un consecuente hermanamiento del pintor con la obra de sus diferentes marcos de influencia”, explica el comisario.
«Noúmeno»
Por otro lado, el público que visite la exposición también podrá disfrutar viendo “Noúmeno”, una pictórica compuesta por obras de gran formato de una serie muy dilatada en el tiempo y que la mayor parte se exponen por primera vez.
El comisario explica que “estas pinturas ofrecen a los espectadores un dedálico territorio de paños, de construcciones de planos pictóricos, a medio camino entre lo tangible y lo intangible, entre la realidad y el sueño”. De este modo, “Roy Anglada logra que los ojos del espectador evolucionen en una danza no pautada de gradaciones tonales, de pliegues, que hibridan lo interno y lo externo, la luz y la oscuridad, en una dinámica infatigable. Una pausa en un territorio que arranca a su espectador de su deriva cotidiana para aproximarle a un hiato existencial”, concluye.
Esta relación entre pintura y poesía, uno de los argumentos centrales de la historia del arte, ha sido una constante a lo largo de la dilatada labor pictórica de Roy Anglada.