Según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, los problemas de acceso a las vacunas contra la COVID-19 en España, la Unión Europea y el mundo en general, están directamente relacionados con cuatro elementos que quieren denunciar y consideran necesario cambiar.
El primero de los problemas que destacan desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública es el recurso a la Colaboración Público Privada para construir y gestionar los servicios sanitarios, y en el caso de las vacuna del COVID investigar nuevas vacunas. Mediante esta fórmula los sistemas públicos financian buena parte de las investigaciones (entre el 20 y el 100% de la misma) que luego los laboratorios farmacéuticos patentan, fabrica y veden a los mismos pases que las han financiado, obteniendo enormes beneficios. Solo en el caso de la vacuna de Modern y Pzifer se estiman en 32.000 millones $ los beneficios solo en este año.
El monopolio de los laboratorios
EL segundo de los problemas, según la Federación son los acuerdos de la Organización del Comercio (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio -ADPIC, que garantiza el derecho de propiedad sobre las patentes farmacéuticas (no vigente hasta los años 60), que otorga a los laboratorios el monopolio del derecho a producir, explotar y comercializar cualquier medicamento patentado incluyendo las vacunas, sin tener en cuenta las necesidades de salud de la población. Gracias a esto los precios de las nuevas vacunas COVID llegan hasta los 32 euros por unidad. Sin embargo la Unión Europea y España tienen instrumentos (Conferencia Ministerial de Doha del 2001) para obviar las patentes y garantizar el acceso universal a las vacunas, en momentos de grave crisis sanitara como la actual pandemia. La Licencias Obligatorias permiten el acceso a las mismas todos los países del mundo incluyendo los más pobres.
El tercer gran problema que destacan es la falta de trasparencia y secretismo de las negociaciones entre la Comisión Europea y las multinacionales farmacéuticas que ha facilitado la arbitrariedad y el chantaje de estas. Esta inaceptable actitud se justifica con la necesidad de proteger los derechos empresariales y garantizar la competencia y el libre mercado.
Por último, critican también la ausencia de una estrategia nacional de investigación dotada de fondos, recursos y personal suficientes, para conseguir nuevos medicamentos y vacunas. Tampoco contamos con una Industria Farmacéutica Pública para la fabricación de medicamentos y vacunas, lo que deja a nuestro país en manos de las multinacionales que nos someten a chantajes, restricciones y precios abusivos
Propuestas para adecuado acceso a las vacunas
1.- Acabar con la política de financiación público privada en sanidad
2.- Adoptar las medidas necesarias para obviar las patentes de vacunas y medicamentos y poder hacer frente a la crisis de salud generada por la COVID
3.- Exigir a la Comisión Europea trasparencia en sus negociaciones con las multinacionales y limitar el poder de los lobbys
4.- Definir una estrategia de investigación sanitaria (aprovechando los recursos humanos con los que contamos ) y crear una Industria Farmacéutica Pública para fabricar nuevos medicamentos y vacunas
