La pobreza y la falta de recursos sanitarios están relacionados con la obesidad infantil, que ha aumentado entre un 3 y un 5% en el siglo XXI con todos los riesgos que eso conlleva cuando lleguen a la edad adulta, como la diabetes o las cardiopatías, además de una menor esperanza de vida
Gran responsabilidad la tienen las administraciones públicas y sus políticas, que son conscientes de este problema de salud en España y llevan años trabajando en ello. Un ejemplo de ese trabajo es el lanzamiento de la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad física y Prevención de la Obesidad) del Gobierno de España en 2005.
Pobreza
La tasa de obesidad infantil es el doble entre las familias con unas rentas más bajas que en aquellas con rentas más altas, según datos del informe ALADINO 2019, del Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN). Este estudio corrobora el vínculo obesidad-pobreza.
Esto se debe a que estas familias acuden a establecimientos de comida rápida por sus bajos precios y a que los niños consumen más golosinas, ya que es la única forma que tienen estas familias de premiarles.
Las comunidad a la que más afecta la obesidad infantil es Murcia, seguida por Canarias y Andalucía. Estas tres comunidades tienen la mayor tasa de pobreza de España.
La renta más alta de España y los mejores datos respecto a obesidad infantil están en Navarra, seguida por Aragón y Galicia.
Sanidad pública
Aproximadamente hay un 40% de población joven con sobrepeso.
En España, cada vez hay más dietistas y nutricionistas pero aún así siguen siendo insuficientes. La incorporación de estos profesionales al Sistema Nacional de Salud podría marcar una gran diferencia para combatir la obesidad.
El tratamiento de esta enfermedad recae en la Atención Primaria, que actualmente sufre un problema de falta de recursos.
Estrategia NAOS
Es una estrategia de salud que, siguiendo la línea de las políticas marcadas por los organismos sanitarios internacionales (Organización Mundial de la Salud, Unión Europea…), tiene como meta invertir la tendencia de la prevalencia de la obesidad mediante el fomento de una alimentación saludable y de la práctica de la actividad física y, con ello, reducir sustancialmente las altas tasas de morbilidad y mortalidad atribuibles a las enfermedades no transmisibles.
Desde su lanzamiento en el año 2005, la Estrategia NAOS desarrolla acciones o intervenciones, en base a la evidencia científica y en todos los ámbitos de la sociedad (familiar, educativo, empresarial, sanitario, laboral, comunitario) que promueven y facilitan opciones a una alimentación variada, equilibrada y a la práctica de actividad fisca, así como a la información más adecuada para ayudar al consumidor a tomar decisiones y elecciones más saludables en entornos que les permitan la adopción de estilos de vida más saludables y activos.
Las iniciativas desarrolladas en el marco de la Estrategia NAOS aunque van a toda la población, se priorizan fundamentalmente las dirigidas hacia los niños, los jóvenes y los grupos de población más desfavorecidos, con enfoque de género y evitando desigualdades en salud. Los principios que rigen la Estrategia NAOS son la equidad, igualdad, participación, intersectorialidad, coordinación y cooperación sinérgicas, con el fin de proteger y promover la salud.
En el año 2011, la Estrategia NAOS fue consolidada e impulsada por la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición.
