La población de águila imperial ibérica se ha cuadriplicado en la Comunidad de Madrid, pasando de las 21 parejas reproductoras en 1986 a las 90 con nidos localizados en la actualidad, que constituyen el 15% del total en todo el mundo
Gracias al plan de recuperación del águila imperial que puso en marcha la Comunidad de Madrid hace 18 años, la región es uno de los más importantes territorios en cuanto a concentración, después del descenso que se produjo a finales del siglo pasado de esta ave emblemática del ecosistema mediterráneo y endémica en la Península Ibérica.
¿En qué consiste este plan de recuperación del águila imperial?
Se han reconstruido las plataformas que utilizan para construir los nidos, arreglado tendidos para evitar la electrocución o reforzado la alimentación suplementaria con conejos, que suelen ser sus presas.
También se realizan tareas de localización, vigilancia y seguimiento o la importancia de las labores informativas y de concienciación a los propietarios de los lugares donde se asientan.
Se ha cuadriplicado la población de la especie hasta llegar a 90 parejas en la actualidad
Este trabajo ha permitido que, entre los años 2005 y 2015, se duplicara la población, de 25 a 50 parejas.
La tendencia sigue creciendo, ayudada por los hábitats de buena calidad. Así, desde 2021 se consiguió triplicar, alcanzando las 80, hasta llegar a las 90 actuales.
Veterinarios, ingenieros de montes, agentes forestales y técnicos del Centro de Recuperación han colaborado para que las águilas hiciesen de los espacios naturales sus hábitats de procreación.
Actualmente, la zona con mayor subpoblación es el Monte de El Pardo, con 15 territorios habitados y la mayor concentración en la región.
Destacan la vuelta de animales emparejados y la cría, además de que 120 pollos han nacido y logrado alcanzar el vuelo durante este año.