La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha realizado un estudio y ha descubierto una nueva línea para tratar la depresión al encontrar biomarcadores inflamatorios en monocitos de pacientes con depresión
Los problemas psicológicos se han acentuado tras la pandemia y la depresión se ha multiplicado por tres entre los menores.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid apunta que la clave está en analizar los biomarcadores inflamatorios en monocitos de los pacientes. Esta inflamación se puede reducir con fármacos que activan el proceso inflamatorio. Los biomarcadores inflamados permiten establecer en qué grado se encuentra la enfermedad.
Mediante un análisis de sangre, el aislamiento de la serie blanca y posterior cultivo de monocitos se pueden determinar:
- Alteraciones en la homeostasis de calcio intracelular
- La activación de moléculas intracelulares que median inflamación
Además, se puede bloquear la entrada de calcio a la célula y moderar el componente inflamatorio de la depresión.
Vías moleculares
Existen muchas vías moleculares implicadas en la aparición y desarrollo de la depresión, desde el estrés crónico o activación del eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal (HPA), a los procesos proinflamatorios.
Además, la exposición crónica a glucocorticoides, como el cortisol, produce una desensibilización de los receptores de glucocorticoides y pérdida de sus efectos antiinflamatorios, lo que desencadena una respuesta inflamatoria y que podría ser el origen de la depresión.