Siempre se ha dicho que cuando se ve una estrella fugaz hay que cerrar los ojos y pedir un deseo. Debe ser un deseo en voz baja, rápido (pues solo se cuenta con unos segundos hasta que se vaya la magia) y conciso. La oportunidad para hacer la lista de peticiones a los astros será del 11 al 14 de agosto, pues se producirá una lluvia de estrellas llamadas perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. Aquí te contaremos cómo verlas, dónde y por qué se producen.
Por qué pedimos deseos a las estrellas
Pedir un deseo a una estrella fugaz es una superstición que se ha transmitido de generación en generación desde hace muchos. En la antigüedad, las estrellas eran asociadas con seres divinos, incluso, muchos pensaban que se trataban de ángeles.
La leyenda se remonta casi a los orígenes de la humanidad. El cielo siempre se ha considerado algo mágico, el lugar de residencia de los antiguos dioses; el cielo y todos los elementos que lo componen tenían por tanto esa simbología sagrada.
Una de las teorías afirma que el astrónomo Claudio Ptolomeo creía que cuando se caía una estrella fugaz, el reino de los cielos se abría para los mortales. Estos, por tanto, aprovechaban para lanzar sus deseos con las estrellas fugaces con el fin que sus plegarias fueran escuchadas. Además, el deseo debía pedirse antes de que la estrella desapareciese, ya que si no, el sueño no se cumpliría.
Para los cíngaros era algo distinto. Pensaban que la aparición de las estrellas fugaces traían luz a la oscuridad y, por tanto, eran señales de buena suerte. Consideraban que las estrellas facilitaban que los seres de las tinieblas se mantuvieran alejadas de su campamento.
Por qué hay lluvia de estrellas
Como cada verano, la Tierra atraviesa el rastro de polvo y rocas que deja tras de sí el cometa Swift-Tuttle, lo que produce una lluvia de estrellas fugaces conocidas como Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.
Este año, el fenómeno se ha podido apreciar desde el 17 de julio y será visible hasta el 24 de agosto. Sin embargo, el momento álgido se producirá en las noches del 11 al 14 de agosto.
Los expertos creen que la actividad de estas estrellas alcanzará los 100 meteoros por hora e incluso los más pequeños serán visibles, debido a la baja luminosidad de la Luna en esas fechas.
Cómo se producen
Esta lluvia, en realidad, son pequeños fragmentos de polvo y rocas dejados por el cometa Swift-Tuttle, que se “deshiela” con el calor solar.
Este asteroide completa una órbita alrededor de nuestra estrella cada 133 años. Cuando sus restos, algunos más pequeños que un grano de arena, entran en la atmósfera, se vuelven incandescentes y se transforman en un haz de luz, lo que desde la Tierra se ve como una estrella fugaz. Según los expertos, este año será especialmente activo y podrán verse más de 100 meteoros por hora.
Por qué se llaman Lágrimas de San Lorenzo
«Lágrimas de San Lorenzo» es el nombre popular con que se conoce a las Perseidas, por su proximidad con la festividad de San Lorenzo (10 de agosto). En realidad, las Perseidas son una lluvia de estrellas fugaces (o lluvia de meteoros) visible cada año en torno al 11-12 o 12-13 de agosto.
Cómo observarlas
Las mejores condiciones para la observación se dan en lugares alejados de los núcleos urbanos, sin contaminación lumínica, y con un horizonte libre de obstáculos.
También podemos observar desde la ciudad, pero entonces tengamos en cuenta que sólo veremos los meteoros más brillantes, que son pocos, ya que los más débiles (la mayoría) quedarán enmascarados por la contaminación lumínica.
Si coincide con una noche con Luna, ésta también impedirá ver los meteoros más débiles. Será mejor en este caso, dirigir nuestra vista hacia las zonas del cielo más alejadas de la luz de la Luna, donde quizá podamos ver más meteoros.
En general, para observar estrellas fugaces no es necesario mirar hacia ninguna dirección en particular. Tampoco se necesita ningún material óptico: un telescopio o prismáticos no ayuda, ya que es mejor mirar a simple vista para poder abarcar todo el cielo. Aunque por supuesto podemos llevar prismáticos o telescopio para observar otros objetos celestes aparte de los meteoros.
Lo que sí hace falta es: situarse en un lugar donde podamos ver el cielo con amplitud; dejar que nuestra vista se acostumbre a la oscuridad; y esperar un tiempo suficiente, ya que los meteoros pueden presentarse en cualquier momento, o pasar un buen rato sin que aparezca ninguno.
Puedes verlas en directo
La noche de mayor actividad podrá seguirse en directo, a partir de la una y cuarto de la madrugada del jueves al viernes a través del canal sky-live.tv, que retransmite el evento desde el Observatorio de Canarias.