Un año más y con la llegada de agosto, llega el momento de disfrutar de las perseidas o las lágrimas de San Lorenzo. Las perseidas son una lluvia de meteoros de actividad alta. No es la mayor lluvia de meteoros (comunmente llamados “estrellas fugaces”), pero sí la más popular y observada en el Hemisferio Norte debido a que transcurre en agosto, mes de buen tiempo y vacacional por excelencia.

Según señalan desde el Planetario de Madrid, este año 2014 se espera que el máximo de actividad se produzca en la noche del 12 al 13 de agosto. Pero tendremos a la Luna muy próxima a la fase de Luna Llena, por lo que su brillo perjudicará bastante a su observación. El radiante asoma por el horizonte este hacia las doce de la noche. Se esperan del orden de unos 60 meteoros/hora.
Lugar idóneo de observación
El mayor enemigo de una lluvia de estrellas es la luz artificial que emana de los grandes centros urbanos, hasta tal punto que una misma estrella fugaz puede verse desde el campo y no desde la ciudad. Por ello, si quieres disfrutar de un cielo plagado de cometas, lo mejor que puedes hacer es alejarte lo máximo posible de tu urbe. De la misma forma utiliza una roja para alumbrar, ya que dificulta menos la visión del cielo.
Por ello algunos lugares de la Comunidad como la sierra de Guadarrama, el embalse el Atazar o Manzanares el Real son sitios idóneos para disfrutar de la lluvia de estrellas.
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¿Qué son las estrellas fugaces?
Las llamadas estrellas fugaces son, tal y como explica el Instituto de Astrofísica de Canarias,pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas.
La corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por La Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
En verano, la Tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un periodo de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. La lluvia de meteoros que se produce suele tener su máxima actividad entre el 12 y 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto. El nombre de Perseidas se debe a que su radiante se encuentra en la constelación de Perseo.