Los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid han investigado durante el primer semestre del año un total de 110 incendios producidos en zonas rurales de la región, de los que un 90% se deben a causas humanas, según explicó la consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, durante una visita a una zona afectada por fuego en el término municipal de Galapagar.
En este año 2012, de los casos investigados, la intencionalidad, con un 53%, ha sido la causa principal, seguida por las negligencias, que suponen un 37% del total, mientras que un 9% tienen un origen desconocido y un 1% se debe a otras causas, como rayos o tendidos eléctricos.
“Esta labor –aseguró Plañiol- es muy importante, porque nos permite esclarecer los hechos, buscar a los culpables y sobre todo conocer en que ámbitos debemos incidir en las campañas de prevención, en las de manera indirecta participamos todos los ciudadanos con nuestro buen hacer en el campo”.
Y en este sentido, la consejera hizo un llamamiento para que no se produzcan prácticas inadecuadas que puedan causar un daño irreparable al medioambiente, como la quema de residuos o matorral, que este año ya han causado 33 fuegos; colillas mal apagadas, motivo de 5 incendios en el 2012; o los 5 casos causados por cazadores para facilitar esta práctica. Otras causas han sido las chispas provocadas por motores y máquinas (2), quema de basura (3), juegos de niños (3), fuegos artificiales (2) o líneas eléctricas (2).
Respecto al 2011, los Agentes Forestales esclarecieron 255 incendios, de los que 114, es decir, un 45% se debieron a negligencias o causas accidentales, y 98, un 39% del total, fueron intencionados, por lo que la mano del hombre se volvió a situar como principal causa.
Tareas esenciales en la lucha contra incendios
Por este motivo, junto a la investigación de incendios, los Agentes Forestales realizan una tarea esencial dentro de la campaña de verano del INFOMA, consistente en la vigilancia de las rutas con mayor afluencia de personas de zonas forestales, así como en el control de las medidas limitativas y prohibitivas propias de este época, respecto al uso del fuego y la maquinaria en el medio natural.
A lo largo de la pasada Campaña se dedicaron unas 6.000 horas, distribuidas a lo largo de 80 rutas que recorren las zonas de mayor valor forestal de la Comunidad de Madrid, reforzando la vigilancia en puntos con menor visibilidad desde las torres de vigilancia y ejerciendo una importante labor preventiva en zonas recreativas.
Además de las rutas terrestres, el Cuerpo de Agentes Forestales dispone de tres embarcaciones con las que se realizan dispositivos de vigilancia en los principales embalses de la Comunidad de Madrid, accediendo rápidamente con las mismas a los puntos con menor accesibilidad por pistas y caminos.
Finalmente, la responsable regional explicó que esta amplia labor en la campaña de verano se realiza en coordinación con los dispositivos de otros cuerpos como el de Bomberos o el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil para controlar, sobre todo, aquellas zonas en que se detecte un mayor número de incendios o con indicios de intencionalidad.
