Las plantas, además de ser un elemento decorativo, cumplen una función beneficiosa para nuestra salud ya que suponen un aporte extra de oxígeno a la vez que eliminan el dióxido de carbono del aire, regulando la humedad de éste.

Para que esto funcione lo mejor posible, es recomendable no rociarlas con insecticidas, mantener las hojas limpias, colocarlas cerca de la luz y airear el sustrato utilizado para su abono. De lo contrario, corremos el riesgo de que la calidad de vida de nuestras plantas se vea mermada.
A pesar de que todas ellas eliminan las toxinas del aire gracias a un filtro contra los compuestos volátiles del aire, no todas lo hacen de la misma forma debido a que cada una es más eficaz según qué situaciones:
- Palmeras de salón: ayudan a respirar mejor.
- Cactus: eficaces contras las ondas electromagnéticas.
- Arecas: más efectivas junto a la ventana.
- Ficus: reducen el ruido y las alergias.
- Hiedras: capaces de eliminar del aire en 24 horas entre el 80 y el 90% del benceno.
- Cintas: eliminan casi el 100% de monóxido de carbono.
- Drácenas: ideales para después de pintar y para la habitación del bebé.
- Potos: eliminan casi todos los tóxicos del aire.