Llega el verano, y para tomar el sol la piel debe de estar protegida, aunque la mayoría de las cremas solares no protegen según la equivalencia marcada en su envase, según muestra la encuesta Avène ‘Hábitos solares 2014’, donde se observa que un 62% piensa que un SPF 30 protege el doble que uno de 15.
Esta encuesta, presentada durante la campaña ‘Salud y sol’ que los laboratorios dermocosméticos realizan con el objetivo de concienciar sobre la protección de la piel frente al sol, demuestra la necesidad de incrementar la información que se suministra a la población. Uno de los principales problemas se encuentra en que el equilibrio a la hora de tomar el sol es complicado.
No se trata de evitar tomar el sol porque la vitamina D es necesaria para el organismo y solo se consigue a través de la exposición solar. Sin embargo, hay que ser consciente de que los rayos que fabrican la vitamina D en la piel, si se acumulan, pueden llegar a producir un cáncer de piel. Por ello, se recomienda consumir con responsabilidad los rayos de sol, de lo contrario, los riesgos que conlleva provoca el envejecimiento prematuro y complicaciones más graves.
Además se debe tener precaución a la hora de tomar el sol, así se puede evitar la sobreexposición: cuanto más pequeña y joven es una persona, más agresivo puede resultar exponerse a un agente patógeno, como es el sol en exceso. Asimismo, cuanto más blanca es la piel, más riesgo existe de sufrir una lesión, ya que tiene un poder de defensa bajo.
Por ello, es clave saber la medidas que ayudan a reducir la exposición, como usar protectores solares y prendas como gorras, parasoles o ropa que impida la radiaciones solares, sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA), teniendo en cuenta la actividad al aire libre que se vaya a realizar.
Hay que darse el protector solar antes de la exposición al sol y renovar frecuentemente su aplicación, y aplicar una gran cantidad de crema en todo el cuerpo. Otras medidas preventivas son: exponerse progresivamente al sol y evitar la exposición entre las 12:00 y las 16:00 horas, tener en cuenta las circunstancias que comportan un riesgo suplementario como la altitud, nubosidad o superficies reflectoras y secarse bien después de cada baño para evitar el «efecto lupa».
Cada año aumentan un 10% los casos de melanoma en España, el cáncer cutáneo más agresivo que, si bien afecta en mayor medida a la población a partir de 50 años y con piel blanca, se está observando una prevalencia cada vez mayor en gente joven y con piel morena.
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