La Comunidad de Madrid intensifica la lucha contra las plagas forestales en el Parque Nacional de Guadarrama, apostando por la lucha biológica contra la procesionaria del pino en la Sierra.
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un plan de lucha biológica contra la procesionaria que se va a desarrollar en los próximos años en los pinares del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Para ello, además del empleo de trampas de feromonas tradicionalmente utilizadas, se colocarán en los próximos tres años un total de 1.000 cajas-nido.
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, asistió en La Pedriza a la colocación de estas cajas-nidos para las aves insectívoras que tienen como hábitat el Parque Nacional, para
el establecimiento y cría de estas especies en los pinares del Parque. Esta medida, además de la defensa del monte, persigue una mejora de la biodiversidad, pues se prevé un incremento de las poblaciones de aves insectívoras forestales como carboneros o herrerillos y otras protegidas como el colirrojo real o el verderón serrano.
La Comunidad actúa de forma directa contra la procesionaria del pino, mediante sistemas biológicos, con trampas de feromonas (que atraen a los machos que, atrapados, no pueden reproducirse) y con la instalación de cajas-nido para aves insectívoras. Aplica además sistemas mecánicos (tijeras o retirada de bolsones) y productos fitosanitarios (insecticidas) minimizando en cualquier caso el riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
Estos trabajos se intensifican en las Áreas Recreativas, que se revisan y evalúan varias veces al año. También se vigilan especialmente Centros de Educación y Residencias de Jóvenes y Mayores y se vigilan especialmente las Zonas forestales concretas con especial vinculación con el uso público. Así se ha actuado sobre 48 hectáreas forestales con tratamientos terrestres en zonas como San Lorenzo del Escorial