Según un estudio con más de 2.500 jóvenes en 23 países, entre ellos España, las malas prácticas políticas como la corrupción suelen crear sociedades con individuos menos honestos que en aquellos países en donde hay bajos niveles de corrupción y se tiende a respetar más las reglas.
La web de ciencia, Sinc, se ha hecho eco de un estudio que han llevado a cabo científicos de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) que han investigado cómo se relacionan en una sociedad la corrupción política y el fraude con la honestidad de los ciudadanos.
Para ello, han elaborado un índice sobre la prevalencia de violación de las reglas (PRV, por sus siglas en inglés) y han descubierto que estos aspectos de la vida pública ejercen una fuerte influencia en la honradez de las personas.
De esta manera, las sociedades con bajos niveles de corrupción, evasión y fraude suelen contar con individuos más honestos que aquellas que tienen unos niveles altos, según refleja el estudio publicado esta semana en Nature.
“Diversos investigaciones en sociología y psicología social ya sospechaban que existía una conexión entre las malas prácticas políticas y la honestidad ciudadana dado que, por ejemplo, algunas personas están dispuestas a romper las reglas si muchas otras también lo hacen. Sin embargo, no se había demostrado dicha relación hasta ahora”, explica a Sinc Simon Gächter, coautor del trabajo.
El caso de España
Gächter indica a Sinc que «España presenta un nivel bajo de violación de las normas y sus ciudadanos son bastante honestos en comparación con otros países. Otro resultado adicional que arroja el trabajo es que las sociedades con mayor seguridad material, medida por la eficacia de sus gobiernos, tienden a ser más individualistas y, por tanto, menos corruptas.