Se cumplen 20 años de la catástrofe de vertidos tóxicos mineros en la localidad andaluza de Aznalcóllar y las principales organizaciones ecologistas se concentran para mostrar su rechazo a la reapertura de la Mina de Los Frailes.
En una rueda de prensa organizada por las principales organizaciones españolas de defensa de la naturaleza (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) se abordaron temas como lo que supuso hace 20 años el vertido de Aznalcóllar; los motivos por los cuales están en contra de la reapertura de la Mina de los Frailes de la localidad sevillana y los graves riesgos actuales por la situación de las presas de la Mina de Riotinto.
Desastres ecológicos
El amplio catálogo de desastres ecológicos ocurridos en España en las últimas décadas ha superado los peores vaticinios del ecologismo más agorero. Vivimos en permanente sobresalto y no parece que de ello deriven cambios sustanciales en la conciencia de los ciudadanos, en los discursos políticos, en los modelos socioeconómicos, y ni tan siquiera en las opciones electorales. Si acaso, sólo son perceptibles avances positivos en la eficacia para corregir esos desastres.
Definitivamente, funciona mejor la UVI que la prevención. Los ecologistas, ya se sabe, tienen una tendencia enfermiza a generar alarmas sociales.
Cinco millones de metros cúbicos de lodos y aguas contaminadas avanzando por el cauce desbordado del Guadiamar, tras la rotura de la balsa donde la empresa sueca Boliden-Apirsa almacenaba los residuos.