La sociedad occidental y por ende los españoles, perdemos en la actualidad casi una noche de sueño cada quince días.
Esto se debe a que hemos reducido una media de veinte minutos diarios de sueño respecto a lo que dormíamos hace un siglo y una de las razones es la introducción de infinidad de aparatos electrónicos en casi todos los aspectos de la vida cotidiana.
Además, la hora a la que los españoles cenan y se van a la cama no coincide con la del resto de europeos, pues lo hacemos más tarde, sin embrago, el horario laboral es similar.Y a pesar de que contamos con la típica siesta española, los alemanes la practican más que nosotros. Todo ello unido a una vida sedentaria, garantiza una mañana de bostezos.
El sobrepeso, el sedentarismo, el alcohol y el tabaco disminuyen su calidad
No sólo es importante la cantidad de horas que los españoles dormimos o dejamos de hacerlo, sino la calidad del sueño. En ella influyen diversos factores:
El sobrepeso provoca alteraciones nocturnas. Además la vida sedentaria, y el estrés tampoco son buenos.
El alcohol es un inductor, pero tras dos horas de profundo sueño este se fracciona. Lo mismo ocurre con el tabaco.
Unas horas de sueño para cada edad
El experto en Medicina del Sueño Gonzalo Pin, ha explicado que este problema afecta a todas las edades, aunque según la misma, las necesidades son diferentes: así los recién nacidos deben dormir alrededor de 17 horas; Los pre-adolescentes ocho horas como mínimo; Los adolescentes deberían dormir 9 frente a las 8 horas que
dedican la mitad de ellos; En el caso de los más mayores con 6 será suficiente.
Gonzalo Pin aconseja para las personas con dificultad para dormir contar con una temperatura adecuada en el dormitorio, lo ideal suele ser entre los 19 y los 22 grados, la luz adecuada, cambiar la posición del colchón cada cierto tiempo y controlar los ruidos.
