Muchos niños entre los senderistas que bajaron el bosque en la Tradicional ruta navideña en Robledo de Chavela para visitar su Belén. Hubo participantes de edades entre 3 y 85 años. Por tercer año consecutivo los senderistas cruzaron el bosque con sus luces.
Por tercer año consecutivo, el viernes anterior a Nochebuena los senderistas serranos dieron la bienvenida a la Navidad descendiendo con luces por el bosque. Decenas de personas, entre ellas gran afluencia de niños, se reunieron junto a la ermita de San Antonio de Robledo de Chavela antes de la puesta del sol, para encender sus antorchas de colores y luces frontales.
Ante la fachada principal de la ermita y al son de las campanas de este templo en la montaña, los senderistas -algunos procedentes del vecino municipio de Zarzalejo- formaron una figura navideña antes de iniciar su descenso a través del bosque hacia el belén ubicado en la plaza de Robledo. Al mismo tiempo, también sonaron las campanas de la iglesia mayor de la localidad, para anunciar el inicio de la Bajada del Bosque.
Muchos niños
En esta edición de la original y serrana bienvenida a la Navidad, creada por el club K y K junto con la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Robledo de Chavela, llamaban la atención varios niños de corta edad -una de las más animadas de la ruta fue una simpática robledana de 3 añitos-, como también caminantes que superaban los 80 años.
El descenso del bosque al centro del pueblo se ha convertido en una singular fiesta para padres e hijos, tíos y sobrinos y abuelos y nietos, que disfrutan de su caminata a la luz de sus antorchas y cantando villancicos, arropados en todo momento por Policía Local y Protección Civil de Robledo.
El Ayuntamiento de Robledo, a través de la concejalía de Deportes, suministró las antorchas a todos los adultos y las luces frontales a todos los niños que lo deseen.
A la llegada al casco urbano y en torno al belén, los senderistas del bosque canta sus últimos villancicos, antes de acudir a la tradicional chocolatada, junto con la típica torta de anís, que ofrece la Sidrería El Manzano.
Tras el chocolate -que este año sirvió para entonar a los participantes en la fría noche- se procedió al habitual sorteo de una cesta de Navidad, con alimentos básicos, entre todas las personas que realizaron donativos para la construcción de pozos de agua de gran profundidad para los niños de Burkina Faso, a través de los proyectos de la Asociación Madrileña de Ayuda a la Infancia, Amaif.
El agraciado del sorteo fue el joven Daniel Heras, quien decidió entregar su cesta a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Robledo con el ánimo de que llegara a las personas más necesitadas.
