A partir de mañana, la movilidad en Tres Cantos experimenta un giro estratégico con la activación de la primera fase de su Zona de Bajas Emisiones. Esta medida, que responde a un mandato legal para ciudades de gran tamaño, busca equilibrar la fluidez del tráfico y la protección del entorno urbano priorizando a los residentes.
¿Qué cambia realmente mañana en las calles de Tres Cantos?
El calendario marca el martes 23 de diciembre como la fecha clave para la transformación de la movilidad local. El Ayuntamiento de Tres Cantos inicia la fase 1 de su ambicioso Plan de Implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), una iniciativa que nace de la necesidad de adaptar la ciudad a las normativas de sostenibilidad del siglo XXI. Aunque el municipio siempre ha presumido de un entorno privilegiado, esta nueva regulación obligatoria redefine quiénes pueden transitar por los ejes principales de la localidad. La Avenida de Colmenar se sitúa en el centro de esta primera etapa, siendo una de las arterias que mayor volumen de vehículos absorbe diariamente. El objetivo es claro: gestionar mejor el espacio público y garantizar que el aire que respiran los tricantinos siga manteniendo los niveles de pureza que lo caracterizan. Esta medida no es un capricho local, sino una respuesta directa al Real Decreto 1052/2022, una normativa del Gobierno central que exige a los municipios de más de 50.000 habitantes establecer áreas protegidas para reducir el impacto ambiental del tráfico rodado.
Los vecinos empadronados mantienen sus privilegios de movilidad
Una de las mayores preocupaciones de cualquier ciudadano ante la llegada de una ZBE es cómo afectará a su rutina diaria. En el caso de Tres Cantos, la administración local ha sido tajante: los residentes son la prioridad absoluta. Todos aquellos vehículos censados en el municipio y que se encuentren al corriente del pago del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) podrán seguir circulando por todo el casco urbano, incluyendo la Avenida de Colmenar, sin ningún tipo de restricción. Esta decisión busca proteger el derecho a la movilidad de quienes contribuyen directamente al sostenimiento de los servicios municipales. La concejal de Desarrollo Urbano, Obras y Movilidad, María del Mar Sánchez, ha destacado este enfoque social de la medida. «Desde el Ayuntamiento de Tres Cantos cumplimos, por supuesto, con la normativa estatal pero somos conscientes del impacto que supone esta medida en la movilidad de todos. Por eso, queremos priorizar los derechos de los vecinos empadronados en Tres Cantos, haciendo más fácil su circulación por toda la ciudad», ha señalado la edil, subrayando que el esfuerzo se centra en facilitar la vida a quienes viven y pagan sus impuestos en la localidad.
¿A quiénes afecta realmente esta nueva restricción?
El foco de la normativa se pone sobre los vehículos que provienen de fuera de la ciudad. Específicamente, los automóviles que no están empadronados en Tres Cantos y que carecen de distintivo ambiental tendrán prohibido el acceso a la Avenida de Colmenar y, progresivamente, a otros ejes principales como la Avenida de Viñuelas. Se han establecido excepciones logísticas para no bloquear totalmente la actividad: estos vehículos externos podrán entrar en las glorietas circundantes para permitir el giro y la circulación por las calles transversales, pero no podrán atravesar los tramos principales protegidos. Esta distinción es fundamental para entender que la medida no busca cerrar la ciudad al exterior, sino disuadir el paso de los vehículos más contaminantes que utilizan Tres Cantos como zona de tránsito hacia otros destinos. Para los conductores habituales que vienen de municipios vecinos, este cambio supone la necesidad de revisar el etiquetado de sus coches y planificar rutas alternativas si no cumplen con los requisitos de emisiones exigidos por la ley estatal.
Un aire limpio que ahora cuenta con respaldo legal
Resulta curioso que una ciudad conocida por su alta calidad ambiental tenga que aplicar restricciones de este calado. El propio alcalde, Jesús Moreno, ha querido poner en valor la situación actual del municipio antes de la entrada en vigor del plan. Según los informes técnicos, Tres Cantos goza de una buena calidad del aire, con registros que se sitúan muy por debajo de los límites máximos permitidos. Entonces, ¿por qué actuar ahora? La respuesta es la obligatoriedad jurídica. El alcalde ha recordado que esta es una normativa dictaminada por el Ministerio para la Transición Ecológica, que no deja margen de maniobra a las ciudades de más de 50.000 habitantes. «Tres Cantos goza de una buena calidad del aire, muy por debajo de los valores máximos, según los informes sobre calidad ambiental y estudios previos realizados al respecto», afirma Moreno. Sin embargo, la prevención se convierte en la mejor herramienta para asegurar que, en el futuro, cuando la población y el parque móvil crezcan, los niveles de salud pública no se vean comprometidos.
Tecnología y vigilancia para garantizar el cumplimiento
La puesta en marcha de una zona de estas características requiere algo más que señales de tráfico. El Ayuntamiento ha invertido meses de trabajo en preparar el terreno. Además de la señalización vertical y horizontal que ya es visible en las entradas a la Avenida de Colmenar, se ha desplegado una red de dispositivos tecnológicos y cámaras de seguridad. Estos sistemas permitirán identificar de forma automática las matrículas y cruzarlas con la base de datos de vehículos autorizados y censados. No obstante, la tecnología no estará sola; se han previsto controles policiales informativos y de vigilancia durante las primeras semanas para guiar a los conductores despistados y sancionar a quienes infrinjan deliberadamente la nueva ordenanza. El despliegue es total y busca que la transición hacia este nuevo modelo de ciudad sea lo más ordenada posible, evitando el caos circulatorio y asegurando que la normativa se respete desde el primer minuto de su activación.
El futuro de la movilidad en las ciudades de Madrid
Lo que ocurre mañana en Tres Cantos es solo un reflejo de lo que está sucediendo en toda la Comunidad de Madrid y en el resto de España. El modelo de ciudad abierta sin filtros al tráfico motorizado está llegando a su fin para dar paso a entornos más amables para el peatón y el transporte limpio. Los ciudadanos de entre 40 y 65 años, que han vivido la expansión de estas localidades, ven ahora cómo el coche deja de ser el protagonista absoluto. Esta transformación invita a una reflexión profunda sobre cómo nos desplazamos y qué tipo de legado ambiental queremos dejar a las próximas generaciones. ¿Es suficiente con restringir el paso a los no empadronados o deberíamos ir hacia una peatonalización más ambiciosa? Por ahora, Tres Cantos elige un camino intermedio: cumplir la ley, proteger su aire y, sobre todo, blindar los derechos de sus vecinos ante las imposiciones externas. La fase 1 es solo el principio de una nueva etapa donde la matrícula y el padrón serán el pasaporte para circular por el corazón de la ciudad.












