El Ayuntamiento de Colmenar Viejo destina 20.000 euros para consolidar un programa integral que une deporte, psicología y nutrición en la Ciudad Deportiva Juan Antonio Samaranch. Esta iniciativa busca mejorar el bienestar físico y emocional de los vecinos que atraviesan un proceso oncológico mediante tratamientos personalizados.
El bienestar de los vecinos de Colmenar Viejo que se enfrentan a un diagnóstico de cáncer cuenta desde hoy con un respaldo más sólido. El consistorio municipal ha formalizado un convenio de colaboración con la Fundación UAPO (Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico), una entidad que se ha convertido en un referente por su enfoque humano y multidisciplinar. A través de este acuerdo, se han destinado 20.000 euros de los fondos públicos para garantizar que las actividades de esta fundación sigan creciendo y llegando a más personas en el municipio.
Esta dotación económica no es solo una cifra en un presupuesto, sino una inversión directa en la calidad de vida de quienes el equipo de la fundación denomina como «atletas oncológicos».
El ejercicio como medicina fundamental
La base de este proyecto, que tiene su centro de operaciones en la Ciudad Deportiva Municipal ‘Juan Antonio Samaranch’, es el ejercicio físico supervisado. Lejos de ser una actividad meramente recreativa, el deporte se utiliza aquí como una herramienta terapéutica diseñada para mitigar los efectos secundarios de la quimioterapia, la radioterapia y las intervenciones quirúrgicas.
Los profesionales que integran este programa trabajan bajo la premisa de que un cuerpo activo responde mejor a los tratamientos médicos. El ejercicio ayuda a reducir la fatiga crónica asociada al cáncer, mejora la movilidad y fortalece el sistema inmunológico. Al realizarse en un entorno municipal, se fomenta además que el paciente salga de su entorno doméstico o clínico, integrándose en un espacio de salud y vitalidad compartido con otros vecinos.
Una atención que abarca cuerpo y mente
Sin embargo, el proyecto de la Fundación UAPO en Colmenar Viejo va mucho más allá de las pesas o las cintas de correr. Se trata de un programa integral que entiende al paciente como un todo. Por ello, la colaboración financiada por el Ayuntamiento incluye servicios esenciales como la fisioterapia, fundamental para tratar cicatrices o linfedemas, y el asesoramiento nutricional, clave para que el organismo tenga los nutrientes necesarios durante las fases más duras del tratamiento.
El apoyo psicológico es otro de los pilares que sostiene esta estructura. Afrontar un proceso de estas características requiere de herramientas emocionales que permitan gestionar el miedo, la incertidumbre y el impacto que la enfermedad tiene en el entorno familiar. Gracias a este convenio, los pacientes disponen de un equipo multidisciplinar que adapta cada intervención a sus necesidades específicas, ofreciendo un acompañamiento constante que evita que el paciente se sienta solo en su recuperación.
Declaraciones de los responsables municipales
Durante el acto de firma del convenio, los representantes municipales destacaron la importancia de este tipo de alianzas sociales. Fabiola Cebrián Pérez, concejal de Deportes, subrayó la versatilidad y el impacto positivo de la asistencia prestada: “El proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer a través de un programa integral que combina ejercicio físico, apoyo psicológico, fisioterapia y asesoramiento nutricional. Se desarrolla gracias a un equipo multidisciplinar que adapta la atención a las necesidades de cada paciente, ofreciéndole asistencia, acompañamiento y un tratamiento personalizado para afrontar su proceso oncológico. Con ello se busca mitigar los efectos de los tratamientos y la cirugía, al tiempo que se impulsa la recuperación y la adaptación a la vida después de la enfermedad”.
La edil también puso el foco en el futuro de este servicio y en lo que supone para la infraestructura social del municipio. Según explicó Cebrián Pérez: “Con la firma de este convenio se impulsa y consolida el programa de ayuda al paciente oncológico en Colmenar Viejo, lo que permitirá a la Fundación UAPO destinar más recursos en nuestro municipio y ampliar el número de pacientes que podrán beneficiarse del apoyo prestado”.
Un modelo de recuperación tras la enfermedad
Uno de los puntos más valorados de este convenio es el enfoque en la vida después del cáncer. Muchas personas, una vez superada la fase aguda de la enfermedad, se encuentran con secuelas físicas o emocionales que dificultan su vuelta a la normalidad. El trabajo que se realiza en la Ciudad Deportiva ‘Juan Antonio Samaranch’ facilita esa transición, ayudando a los vecinos a recuperar la confianza en sus capacidades físicas y a retomar sus rutinas diarias con mayor energía.
La Fundación UAPO busca que el paciente sea un agente activo en su propia curación. Al dotarles de recursos y conocimientos sobre nutrición y deporte, se les devuelve una parte del control sobre sus vidas que la enfermedad a menudo arrebata. Este enfoque preventivo y rehabilitador es lo que convierte al convenio en una pieza clave para la salud pública local, permitiendo que la atención sea totalmente personalizada y cercana.
