Un equipo internacional de astrónomos, liderado por Brian Welch de la Johns Hopkins University (EE UU) y con participación de investigadores del CSIC y la Universidad del País Vasco, ha detectado Eärendel, la estrella más lejana jamás observada
Según informa la agencia SINC, la estrella Eärendel, bautizada así por un poema de Tolkien, existió cuando el universo era joven, pero desapareció tras una gran explosión. Sin embargo, su luz ha viajado 12.900 millones de años hasta ser detectada ahora en la Tierra. El descubrimiento supera el anterior récord de distancia que tenía Ícaro, otra estrella observada también por el Hubble pero a 9.000 millones de años luz.
La estrella ya no existe, explotó hace millones de años, pero su luz fue tan potente que aún es visible y la ha detectado el telescopio espacial Hubble. Brillaba cuando el universo era joven, tan solo mil millones de años tras el big bang (que ocurrió hace 13.800 millones de años) y fue mucho más masiva y brillante que el Sol.
El descubrimiento de Eärendel supera por mucho el hallazgo de la estrella más lejana observada hasta la fecha: Ícaro, detectada en 2018 por el telescopio espacial Hubble a 9.000 millones de años luz. También se abre una ventana a conocer cómo fueron los primeros tiempos del universo y el origen de las primeras formaciones estelares.
La estrella recibe su nombre del poema El viaje de Eärendel, la estrella vespertina, escrito en 1914 por John Ronald Reuel Tolkien, autor de El señor de los anillos, que se inspiró en la mitología anglosajona.
Una estrella amplificada por lentes gravitacionales
A medida que el universo se expande, la luz de los objetos lejanos se estira o desplaza a longitudes de onda más largas mientras se acercan a la Tierra. Hasta ahora, los objetos observados a una distancia tan grande responden a cúmulos de estrellas incrustados dentro de las primeras galaxias.
El equipo estima que Eärendel tendría al menos 50 veces la masa del Sol, y que sería mucho más brillante que este, rivalizando así con las estrellas más masivas conocidas.
La esperada aportación del James Webb
Dado que los datos apuntan a que el brillo de la estrella seguirá durante años, el siguiente paso sería estudiarla con el telescopio espacial James Webb. Los astrónomos esperan que en 2022 Eärendel pueda verse cada vez más ampliada con este observatorio, lanzado a finales de 2021 y liderado por las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense (NASA/ESA/CSA).
Además, con el telescopio se podrá saber más sobre la composición de esta estrella, un tema de especial interés para los astrónomos porque se formó antes de que el universo se llenara de elementos pesados, producidos por varias generaciones de estrellas masivas.