Este nuevo fármaco, originario de Suiza, podría evitar a millones de pacientes el dolor y el miedo a las inyecciones y su comercialización está prevista a través de la empresa Transire Bio.
Un grupo de investigadores de la ETH Zúrich, en Suiza, ha inventado unos nuevos parches adhesivos inspirados en las ventosas de los pulpos que permiten administrar fármacos de difícil absorción presionándolos en la cara interna de las mejillas.
Con estos parches, es posible administrar medicamentos compuestos por moléculas grandes, como péptidos, al torrente sanguíneo a través de la mucosa de las mejillas y sin necesidad de grandes ajustes tecnológicos. Además, podría evitar a millones de pacientes el dolor y el miedo asociados a las inyecciones.
El grupo de la investigación estaba dirigido por David Klein Cerrejón y Nevena Paunović, que trabajan en la Cátedra de Formulación y Administración de Fármacos de la institución suiza.
¿Cómo se utiliza este fármaco?
El parche se coloca en la cara interna de la mejilla. Una vez, este adherido, se debe presionar con dos dedos la ventosa de goma, que mide unos diez milímetros de diámetro y seis milímetros de altura. Esto produce un vacío que estira el revestimiento, haciéndolo más permeable al fármaco contenido en el hueco en forma de cúpula de la ventosa.
Pero esto no basta para que el fármaco llegue a los vasos sanguíneos. Para completarlo, se ha añadido un agente endógeno que fluidifica las membranas celulares, permitiendo que el medicamente entre en las capas más profundas de tejido.
Se aconseja a los pacientes que mantengan la ventosa en el interior de la mejilla durante unos minutos para que el fármaco se disuelva con la saliva y penetre en el torrente sanguíneo a través de la mucosa.
El proceso de creación del parche
La idea original de la ventosa surgió de Zhi Luo, antiguo postdoctorando del profesor Leroux de la ETH y ahora catedrático que trabaja en China, que descubrió, gracias a medio grano de pimienta, cómo mantener los medicamentos en su sitio en superficies resbaladizas.
Se fabricaron varios prototipos, que los propios investigadores diseñaron e imprimieron en 3D, y, además, fue necesario realizar numerosas pruebas con la mucosa de la mejilla de un cerdo.
Una vez conseguido el diseño, los investigadores probaron el parche y el agente estimulante de la penetración en ensayos autorizados con perros, ya que la mucosa de las mejillas de perros y humanos es muy similar. Ningún animal resultó herido. Tras el resultado, se ha probado con 40 personas, descubriendo que el parche se ha adherido durante 30 minutos y la mayoría de los voluntarios han preferido este método antes que la inyección.
Los investigadores tendrán que realizar más pruebas con este nuevo sistema de administración para preparar la realización de un ensayo clínico en voluntarios sanos.
También se precisará superar varios obstáculos normativos antes de que el parche salga al mercado.
