Las personas adultas que se mantienen bien hidratadas parecen estar más sanas, desarrollar menos afecciones crónicas, como enfermedades cardiacas y pulmonares, y vivir más tiempo que las que no toman suficientes líquidos. Así lo revela un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU, que relaciona los niveles de sodio en la sangre con indicadores de salud.
Como afirman desde la Agencia EFE y publica la Agencia SINC, los adultos que se hidratan bien ralentizan el envejecimiento, se mantienen más sanos y desarrollan menos condiciones crónicas que quienes no reciben suficientes fluidos, según sugiere un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés) de EE UU.
El artículo, publicado en la revista eBioMedicine, se sustenta en los datos de 11.255 adultos, recolectados a lo largo de 30 años y sobre los cuales los investigadores analizaron la relación entre los índices de sodio en la sangre y varios indicadores de salud.
«Los resultados indican que una hidratación apropiada puede ralentizar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades«, señaló Natalia Dmitrieva, una de las autoras del estudio e investigadora en el Laboratorio de Medicina Cardiovascular Regenerativa de los NIH.
La investigadora señaló que la mayoría de las personas puede incrementar sin inconvenientes su ingesta de fluidos para llegar a los niveles recomendados y que esto puede hacerse tanto con agua como con zumos o frutas y verduras con un alto contenido de agua.
Recomendación consumo diario de agua
La Academia Nacional de Medicina de EE UU recomienda para la mayoría de las mujeres un consumo diario de alrededor de 6 a 9 vasos (1,5 a 2,2 litros) de fluidos, y para los hombres de 8 a 12 vasos (2 a 3 litros).
Para este análisis, los investigadores analizaron la información que los participantes en el estudio compartieron durante cinco consultas médicas, la primera cuando tenían entre 50 y 60 años de edad, y la última cuando tenían edades entre 70 y 90 años.
Después evaluaron la relación entre los niveles de sodio en la sangre con el envejecimiento. Para ello, midieron 15 categorías que incluyeron la presión sanguínea, el colesterol, el azúcar en la sangre, y otros relacionados con el funcionamiento cardiovascular, respiratorio, metabólico y de inmunidad.
Así encontraron que los adultos con altos niveles de sodio normal en la sangre son más propensos a mostrar señales de un envejecimiento biológico más rápido.