La semana del 18 al 25 de agosto fue nefasta para los incendios, ya que se quemó el 19% de lo quemado en lo que va de año, quedando calcinadas hasta esa fecha un total de 33.069 hectáreas. Aun así, sigue siendo la cifra más baja de la década, tres veces menos que la media en esos diez años y cinco veces menos que el año pasado en el mismo periodo, según ha informado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Así, este balance, que no incluye los recientes incendios en Ribeira (La Coruña), Cabezuela del Valle (Cáceres) y Ujúe (en Navarra), también refleja que se han producido 6.341 siniestros en comparación con los 12.562 de la anualidad pasada, siendo la amplia mayoría conatos, que se extinguen al poco de iniciarse y afecta a menos de una hectárea, 4.672.
11 incendios arrasaron más de 500 hectáreas
Además, un total de 1.669 (el 26 por ciento de los siniestros) fueron incendios que afectaron a más de una hectárea y 11 arrasaron más de 500 hectáreas comparados con los 32 ‘grandes incendios’ registrados en el mismo periodo del año pasado.
En este sentido, la superficie afectada supone un 0,120% del total de superficie nacional, de la que 9.589 hectáreas eran superficie arbolada, 17.221 hectáreas de matorral y monte abierto y 6.069 hectáreas eran pastos y dehesas.
El noroeste peninsular, el más afectado
Por ámbito geográfico de los siniestros producidos, el 46% se produjeron en el noroeste peninsular, el 32% en las comunidades del interior, el 20% en el área mediterránea y el 2% en las Islas Canarias.
En relación a las hectáreas de superficie forestal afectada, el 45% pertenecía al noroeste de la Península, el 37% a las regiones del interior peninsular, el 17% a la vertiente del Mediterráneo y el 0,10% en el archipiélago canario.