Este año, uno de los jardines más emblemáticos de Madrid, El Capricho de la Alameda de Osuna, celebra su 50º aniversario como jardín municipal, y lo hace con una serie de actividades especiales que permitirán a los madrileños y visitantes disfrutar aún más de su encanto histórico y natural.
Desde el 3 hasta el 8 de diciembre, el jardín abrirá sus puertas todos los días, rompiendo con su habitual horario solo durante los fines de semana, para conmemorar medio siglo de historia. A lo largo de la semana, se ofrecerá un horario especial de 11:00 a 18:30 horas, mientras que el fin de semana se recuperará el horario habitual de 9:00 a 18:30 horas. Esta es una oportunidad única para descubrir este histórico espacio, cuyo aforo está limitado a 1.000 personas por día.
Un jardín con historia y patrimonio
La historia de El Capricho comienza en el siglo XVIII, cuando los IX Duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, en lo que hoy es el distrito de Barajas. El Capricho es un ejemplo destacado de villa suburbana y jardín paisajista de la época, convertido con el paso del tiempo en uno de los espacios más importantes de Madrid tanto en el plano cultural como natural. Bajo la dirección de la duquesa de Osuna, este jardín no solo fue un refugio de belleza, sino también un punto de encuentro para intelectuales, artistas y pensadores de la época, quienes se reunían para disfrutar de su programa cultural ilustrado. Hoy en día, El Capricho sigue siendo un espacio donde la historia se fusiona con la naturaleza.
Un jardín protegido con gran valor histórico y artístico
El Capricho no solo es un patrimonio natural, sino también un patrimonio artístico. Fue declarado Jardín Histórico, Jardín Artístico y Bien de Interés Cultural debido a su valor tanto en el ámbito arquitectónico como paisajístico. Entre sus puntos más emblemáticos se encuentran varios «caprichos» arquitectónicos, como el Abejero, un pabellón dedicado al mundo de las abejas, el Embarcadero, la Ermita, el Fortín, el Casino de Baile, y la Casa de la Vieja, una representación de la vida popular de la época. Su palacio, con majestuosas estancias como el comedor, la biblioteca y las alcobas decoradas con obras de artistas de renombre, incluidos los trabajos de Francisco de Goya, completan su legado cultural.
Naturaleza en su máximo esplendor
El agua, elemento fundamental en El Capricho, recorre el jardín a través de estanques, fuentes y cascadas, destacando el arroyo que serpentea de norte a sur y la ría, que parte desde el Casino de Baile, se ensancha en un lago y culmina junto al Fortín. Estos elementos naturales no solo embellecen el entorno, sino que también proporcionan un hábitat para una rica fauna, con especies como el cisne negro, el ánade azulón, y varias aves como el mirlo o el petirrojo. Además, en sus arboledas y zonas de matorrales se pueden encontrar mamíferos como la ardilla roja y la musaraña.
¿Qué significa este aniversario para Madrid?
El 50º aniversario de El Capricho como jardín municipal es un motivo para reflexionar sobre la importancia que los espacios verdes tienen en la vida urbana de Madrid. Como destacó el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante la presentación de la placa conmemorativa, «El Capricho es uno de los mejores exponentes de la importancia que el Ayuntamiento de Madrid concede al cuidado y mejora de sus zonas verdes». Para Carabante, el jardín no solo es un atractivo turístico, sino una joya ecológica y cultural que contribuye a la mejora de la calidad de vida en la ciudad.
Horarios especiales y acceso gratuito
Durante esta semana de celebración, los madrileños tendrán la oportunidad de disfrutar de El Capricho con horarios extendidos y sin coste adicional. Esta iniciativa busca fomentar la visita a uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, permitiendo a los ciudadanos explorar sus rincones más emblemáticos y disfrutar de su historia y naturaleza en un ambiente especial.