Desde 1996 los vecinos y vecinas de Alcobendas han donado 4.400 toneladas de ropa para un fin social. La gestión del textil usado ha generado 426.000 euros para proyectos de cooperación al desarrollo.
Depositar una bolsa de ropa en un contenedor puede parecer un gesto pequeño, pero hacerlo durante 21 años ininterrumpidamente dibuja un escenario espectacular: se convierte en 4.400 toneladas de prendas, el equivalente a llenar 35 piscinas como la de la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes. Gestionadas convenientemente para reutilizarlas y reciclarlas, esa enorme cantidad se traduce en múltiples proyectos sociales en los países del Sur y también en nuestro entorno más cercano. Gracias a la solidaridad de los vecinos y vecinas, Alcobendas es el municipio que más textil reutiliza y recicla de España. “Alcobendas es la ciudad donde Humana ha recogido más cantidad de residuo textil”, explica Elisabeth Molnar, directora general de la Fundación, “ello le convierte en una clara referencia en el ámbito de la reutilización de textil con fines sociales”.
Las cifras que avalan el trabajo conjunto entre el municipio y Humana Fundación Pueblo para Pueblo son las siguientes: por un lado, la donación media de textil es de 3,33 kg de ropa por habitante y año, una de las más elevadas de España; por el otro, la gestión de las 4.400 toneladas recuperadas ha generado 426.000 euros destinados a proyectos de cooperación en África, América Latina y Asia y de apoyo local en España.
La colaboración entre ambas partes se inició en octubre de 1996 mediante la firma de un convenio para instalar 20 contenedores en la vía pública, una cifra que ha ido aumentando hasta llegar a los 51 de la actualidad. La labor conjunta entre la entidad sin ánimo de lucro y la ciudad se manifiesta en los valores que comparten: la apuesta por la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y la solidaridad, dotando a la ropa de un fin social.
“Nos emociona saber que la ropa que han donado los alcobendenses ha servido para que mejore la calidad de vida de tantos miles de personas”, indica Molnar, “es la prueba más rotunda de que la conexión entre el hemisferio norte y el Sur funciona”. En el ámbito de la educación, los fondos generados con la gestión del textil habrían permitido formar durante un año a 300 profesores de primaria en zonas rurales del hemisferio Sur, que habrían dado clase a miles de niños y niñas durante su vida laboral (un promedio de 30 años).
Acciones concretas de cooperación al desarrollo
“Queda claro que la involucración con la cooperación al desarrollo es uno de los factores de la buena conexión entre Alcobendas y Humana”, constata la directora general de Humana. Desde 2014, Humana hace una aportación anual a la Fundación Ciudad de Alcobendas, procedente de los fondos generados con la gestión de la ropa recogida en el municipio. Esta aportación se ha materializado en:
- 2014 – Se firmó un convenio conjunto con la Fundación de la Federación Española de Baloncesto para destinar 25.000 euros al Centro de Formación Integral Casa España, en Dakar (Senegal), que acoge a 330 niños y niñas de familias desfavorecidas. Además se aportaron 5.000 euros para la rehabilitación de las viviendas de ocho familias damnificadas por los efectos del tifón Yolanda en Filipinas, con la implicación de Cruz Roja Española.
- 2015 – A través de la Fundación Alcobendas, Humana aportó 20.000 euros para la “Escuela de Gestión Municipal Excelente Alcobendas”, un curso de gestión municipal en que participaron alcaldes, concejales y técnicos de Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador y Perú. Ese mismo año, Humana también donó 10.000 euros para comprar alimentos que se destinaron a la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Alcobendas, para paliar los efectos de unas inundaciones en Argelia.
- 2016 – La Fundación Ciudad de Alcobendas destinó los 30.000 aportados por Humana euros a sendos proyectos de cooperación de Manos Unidas y la Fundación Vicente Ferrer en Guatemala e India.
14.071 toneladas menos de CO2 emitidas
La reutilización y el reciclaje de textil tienen un beneficio social y también contribuyen a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático: además de dar una segunda vida a las prendas, se evita su depósito en vertedero contribuyendo a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2.
De esta forma, las 4.440 toneladas recogidas en 21 años en Alcobendas representan un ahorro de 14.071 toneladas de CO2 a la atmósfera. Equivalen a la emisión anual de 5.285 coches (que circulan 15.000 km anuales) o a la absorción anual de dióxido de carbono que realizan 105.000 árboles.
Asimismo, el compromiso con la sostenibilidad y el respeto medioambiental se ha traducido en numerosas actividades de educación para el desarrollo y sensibilización: Humana ha impulsado talleres de marionetas con material reutilizado, de estampación de camisetas o la actividad pedagógica “Hay Ropa Tendida” en los campamentos de verano del Aula de Educación Ambiental, en la Casa de la Mujer o en colegios como el C.P. Federico García Lorca.
En 2013 la Fundación participó en la Jornada de Buenas Prácticas de ONG promovida por la Concejalía de Cooperación al Desarrollo. Y en 2016 colaboró en la campaña EGEO de ayuda a refugiados, con la donación de ropa que fue distribuida por la Asociación Remar.
Esta buena sintonía se ha reflejado en los Premios Humana de Reutilización de Textil, un galardón que reconoce el compromiso y la solidaridad de los ciudadanos, municipios y entidades públicas y privadas que más contribuyen a la reutilización y reciclaje de ropa usada en España. Alcobendas, y por extensión todos sus vecinos, se ha hecho merecedor de este premio en siete ocasiones, desde 2010 a 2016.
“Queremos agradecer a la ciudadanía de Alcobendas sus donaciones; queremos que sepan que detrás de cada contenedor hay un trabajo intenso de preparación para la reutilización, con la finalidad de alargar la vida útil de las prendas e impulsar proyectos sociales. Así lo hacemos desde hace 21 años en Alcobendas y nuestro deseo es seguir haciéndolo muchos más”, asegura Elisabeth Molnar.