La Policía Municipal de Madrid ha retirado del mercado miles de productos que ponían en riesgo la seguridad de las familias madrileñas estas Navidades. A través de operativos especiales, los agentes han logrado frenar la venta de juguetes peligrosos y material textil falsificado en varios puntos clave de la ciudad.
Madrid se ha propuesto que los regalos de este año no escondan sorpresas desagradables. En lo que va de campaña navideña, la Policía Municipal se ha incautado de más de 7.500 juguetes falsificados, una cifra que se suma a un trabajo preventivo que arrancó mucho antes de que se encendieran las luces de la capital. Durante los meses previos a diciembre, los agentes ya habían retirado más de 45.000 artículos en diversas naves y comercios, evitando que llegaran a los estantes justo cuando el consumo se dispara.
Estas intervenciones no son fruto de la casualidad, sino de un despliegue coordinado entre las comisarías de los distritos y la Comisaría de Coordinación Judicial. El objetivo principal es doble: por un lado, proteger a los negocios que cumplen con la ley y, por otro, asegurar que los consumidores no se lleven a casa productos que carecen de cualquier control de calidad.
Operaciones clave en los distritos de Madrid
Uno de los golpes más contundentes de estas semanas ha sido la denominada ‘Operación YaoYao’. Los agentes centraron sus esfuerzos en dos establecimientos situados en los distritos de Carabanchel y Centro. En una inspección simultánea, lograron aprehender 4.000 juguetes falsos que habrían alcanzado un valor de 30.000 euros en el mercado. Sin embargo, no fue el único movimiento relevante; en Moncloa-Aravaca, otra actuación el pasado 4 de diciembre permitió retirar otros 2.500 artículos de la circulación.
La vigilancia no se limita solo al centro de la ciudad. El pasado verano, en julio, la ‘Operación Bluey’ marcó un hito con la intervención de 42.000 productos en Usera y San Blas-Canillejas, una acción conjunta con el Servicio de Vigilancia Aduanera que asestó un golpe económico de 8 millones de euros a las redes de falsificación. Incluso eventos temáticos, como la feria de manga en Barajas el pasado marzo, han sido objeto de control, donde se retiraron 3.000 juguetes más bajo la ‘Operación Japan Week’.

El peligro real de un juguete sin certificar
Detrás de una imitación barata se esconden riesgos que muchas veces pasan desapercibidos para el comprador. La policía advierte que estos juguetes no han pasado los ensayos de seguridad europeos, lo que los convierte en objetos potencialmente peligrosos, especialmente para los más pequeños de la casa. Muchos de estos muñecos contienen piezas pequeñas que se desprenden con facilidad, provocando riesgos de asfixia si son ingeridas.
Otros artículos, como los disfraces o las pelucas, están fabricados con materiales altamente inflamables, mientras que los juguetes electrónicos que no cumplen los estándares de voltaje pueden provocar incendios o electrocuciones. Incluso los elementos de protección, como los cascos para patinetes o bicis, resultan inútiles ante una caída debido a sus cierres de baja calidad y materiales endebles. Inma Sanz, vicealcaldesa y delegada de Seguridad, ha sido tajante al respecto durante su visita a la comisaría de Arganzuela: subrayó la “tolerancia cero” del Gobierno municipal con estas prácticas y su “absoluto compromiso” para erradicar la venta ilegal en las calles.
Más allá de los juguetes: deporte y pirotecnia
La lucha contra la falsificación también se extiende a la industria textil. El fútbol, un motor de ventas constante en Madrid, es uno de los sectores más afectados. El pasado junio, en un almacén de Lavapiés, se incautaron 10.700 equipaciones deportivas falsas, una operación que se repitió en septiembre con la ‘Operación White’ y la ‘Operación Barba Blanca’, sumando miles de camisetas y artículos de marroquinería retirados en Chamartín y el distrito Centro.
A esto se suma el control estricto sobre la pirotecnia, un elemento habitual pero peligroso de las celebraciones de fin de año. Hasta el momento, el dispositivo de Navidad ha permitido intervenir unas 40.000 unidades de material pirotécnico —principalmente bombetas— y se han tramitado cerca de 500 denuncias. Los distritos de Puente de Vallecas, Chamartín y Centro han sido los puntos donde se ha concentrado la mayor parte de este material intervenido.
El destino de los productos incautados
¿Qué ocurre con todo este material una vez que sale de las calles? La mayoría de los objetos se custodian en el Almacén de Villa, en Vicálvaro, o en dependencias policiales. Allí, la Asociación para la Defensa de la Marca (ANDEMA) se encarga de verificar que, efectivamente, se trata de falsificaciones. Una vez confirmado el fraude y cumplidos los trámites judiciales, los productos se trasladan al Parque Tecnológico de Valdemingómez para su destrucción.
Con Madrid integrada en la Red Europea de ‘Autenticiudades’, el consistorio busca no solo perseguir el delito, sino también concienciar al vecino de que comprar una falsificación alimenta mafias de explotación y pone en jaque la seguridad ciudadana. La colaboración ciudadana, evitando adquirir productos en puestos no autorizados, sigue siendo el arma más eficaz contra este mercado negro.












