El invierno puede ser una época encantadora, pero también es cuando más notamos lo importante que es tener un hogar cálido y confortable. Combatir el frío no consiste solo en encender un aparato y olvidarse de las bajas temperaturas. Hay que saber escoger bien el calefactor adecuado para que el frío nos abandone y también el miedo a que la factura de la luz nos traiga una mala sorpresa a fin de mes. El calor es necesario, sí, pero también la eficiencia.
Por eso es muy importante conocer las distintas opciones disponibles a la hora de buscar calefactores y saber cuál se adapta mejor a cada estancia u hogar. En los últimos años, ha habido una evolución enorme en este campo, haciendo que los calefactores ya no sean solo aparatos que expulsan aire caliente, sino aparatos que abogan por el ahorro energético y nuestra comodidad. Si conoces sus diferencias, podrás aprovechar mucho mejor sus ventajas y capear sus inconvenientes.
Tipos de calefactores: lo que debes saber para acertar
Lo primero que hay que tener claro es que no todos los calefactores funcionan igual ni sirven para los mismos espacios. Si echamos un vistazo rápido, podemos encontrar:
- calefactores eléctricos
- calefactores de gas
- calefactore de aceite
- calefactores cerámicos
Cada uno ofrece ventajas distintas. Los calefactores eléctricos, por ejemplo, destacan por su comodidad: basta con enchufarlos para disfrutar del calor que queremos en cuestión de segundos. Son perfectos para habitaciones pequeñas o para usarlos de forma puntual. Sin embargo, si se usan durante muchas horas, pueden incrementar el consumo energético muchísimo.
Luego están los calefactores de gas, que son más potentes y baratos a largo plazo. Son muy buenos sobre todo para estancias amplias o que no estén bien aisladas. Eso sí, requieren que haya una buena ventilación y un mantenimiento constante. En comparación, los calefactores de aceite sirven de punto intermedio entre los eléctricos y los de gas: tardan más en calentar, pero mantienen mejor la temperatura hasta después de apagados, lo que los hace mucho más eficientes y seguros.
Si quieres un equilibrio entre potencia y bajo consumo, puedes plantearte comprar calefactores cerámicos. Estos usan resistencias de cerámica que retienen el calor y lo liberan constantemente, sin picos de temperatura. Además, son muy compactos y silenciosos, lo que los hace ideales para dormitorios y despachos. Si buscas alguno, en FerrOkey puedes encontrar una gran variedad de modelos de todos estos tipos, adaptados a cada necesidad y con la garantía de una marca que lleva más de 40 años ofreciendo soluciones fiables para el hogar.
El equilibrio entre el ahorro y el confort, la parte más difícil
Más allá del tipo de calefactor, lo más difícil a la hora de escoger es saber mantener el equilibrio entre el confort térmico y el consumo eléctrico. La eficiencia energética es clave para esto. Por eso es recomendable optar por aparatos con termostato, temporizador o que dispongan de modos de bajo consumo, ya que son los mecanismos clave para bajar la factura de la luz sin renunciar a la calidez que tanto buscamos en invierno. De hecho, hay modelos que traen sensores con los que ajustan la potencia según la temperatura ambiente, maximizando el aprovechamiento de energía.
Luego debes saber que la ubicación del calefactor también hace mucho. No es recomendable ponerlo junto a puertas o ventanas, ya que el aire frío les resta eficacia; pero tampoco cerca de cortinas y/o muebles. ¿Lo mejor entonces? En una zona abierta y central para que el calor se reparta mejor.
¿Quieres calentar solo una zona concreta de casa o un complemento para la calefacción principal? En ese caso, puedes tantear opciones como los calefactores de FerrOkey. Encontrarás opciones muy versátiles, portátiles y de bajo consumo que garantizan calidad, eficiencia y una relación calidad/precio más que atractiva.
Elige con cabeza
Un calefactor no es solo un electrodoméstico que vayas a usar una temporada. Es una inversión en bienestar. Por eso, además de comparar valores como el precio o la potencia, debes tener muy en cuenta otros aspectos como la seguridad, los materiales o la garantía del fabricante. Todo influye, y todo lleva siempre a apostar por marcas con una amplia trayectoria.
Son las marcas que pueden garantizar una atención personalizada, una solución profesional y la mejor ayuda en caso de necesitarla. FerrOkey es un buen ejemplo de esto, ya que ha construido su reputación en base a un aspecto clave: la confianza. Lleva ya cuatro décadas en activo, consolidándose como un referente en el ámbito del bricolaje y la ferretería, con tiendas por toda España y productos que tienen como único objetivo mejorar el hogar y ayudar a disfrutarlo mejor.
Puedes elegir el mejor calefactor para tu hogar con cualquier marca, pero, si quieres calor, ahorro, fiabilidad, calidad y seguridad, acude siempre a los mejores. Tu familia y tu hogar no se merecen menos.











