Un grupo de sociólogos de la Universidad de California en San Diego (EE UU) ha liderado un estudio en el que se han comparado los perfiles de usuarios de Facebook con los registros de salud públicos. Las conclusiones muestran que actividades habituales en esta red social, como aceptar solicitudes de amistad o publicar y etiquetar fotos se asocian estadísticamente con un bajo riesgo de mortalidad.
Es raro que hoy alguien no tenga redes sociales y, en concreto, Facebook. Tener Facebook tiene muchas ventajas, como conocer gente, lugares, ver fotos increíbles, descubrir sitios nuevos y una larga lista. Sin embargo, también tiene otras muchas desventajas relacionadas con la privacidad en Internet y esto es algo que todo el mundo conoce pero que, en muchas ocasiones, ignora.
Sin embargo, lo que los usuarios no saben es que utilizar Facebook, según de qué forma, podría dar señales sobre la esperanza de vida. En esta línea, un grupo de sociólogos de la Universidad de California en San Diego (EE UU) ha liderado un estudio en el que se han comparado los perfiles de usuarios de Facebook con los registros de salud públicos.
Los resultados, publicados en la revista PNAS, muestran que actividades habituales en esta red social, como aceptar solicitudes de amistad o publicar y etiquetar fotos –lo que se relaciona con interacciones sociales en el mundo real– se asocian estadísticamente con un bajo riesgo de mortalidad.
Esta investigación viene a confirmar lo que los científicos han sabido durante mucho tiempo: que las personas con vínculos sociales fuertes viven más tiempo. Sin embargo, se documenta por primera vez que esa ventaja ocurre también on line en el mundo de las redes sociales.
“Interactuar on line parece ser saludable cuando esta actividad es moderada y complementa las relaciones en el mundo real”, señala William Hobbs, investigador de la universidad californiana y primer autor del trabajo. Por el contrario, “se convierte en negativa cuando el usuario pasa mucho tiempo conectado con poca evidencia de mantener interacciones reales con la gente”, añade.
Más solicitudes de amistad, más años de vida
Los autores también observaron que los usuarios de Facebook que aceptaban la mayoría de las solicitudes de amistad eran los que vivían más tiempo. No hubo una correlación observable para los que enviaban más solicitudes. “Este hallazgo fue un poco decepcionante –señalan los investigadores– ya que sugiere que las intervenciones de salud pública instando a las personas a salir y tratar de hacer más amigos podrían no tener ningún efecto sobre la salud”.
Según explica James Fowler, director del estudio, “la asociación entre la longevidad y las relaciones sociales fue identificada por la epidemióloga social Lisa Berkman en 1979 y ha sido replicada cientos de veces desde entonces. De hecho, un metanálisis reciente sugiere que la conexión puede ser muy fuerte. Las relaciones sociales parecen ser tan predictivas de la vida útil como el tabaquismo, y más predictivas que la obesidad y la inactividad física”, explica.