Los datos recogido en el Informe sobre la vulnerabilidad social de Cruz Roja reflejan la cara más triste de la sociedad española y es que por ejemplo un 35,1%, tuvo serias dificultades económicas para afrontar los gastos relacionados con la salud, de las cuales el 64,8% eran mujeres y el 35,2% hombres.
Cerca de 5,4 millones de personas en España fueron atendidas por Cruz Roja de las cuales 2,4 millones se consideran vulnerables por entrar en programas sociales y de empleo, y los 3 millones restantes recibieron ayuda en socorro de emergencias o participaron en programas de juventud para prevención de la violencia y del consumo de drogas, y acciones relacionadas con el medio ambiente.
Es evidente que la precarización sostenida en el tiempo tiene consecuencias en la vida de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Así lo recalca el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel, que presentó el Boletín nº9 sobre la Vulnerabilidad Social.
Y los datos que se recogen en el mismo no son esperanzadores. El 84% de la población atendida por Cruz Roja está en riesgo de pobreza; el 65% se encuentra en paro; un 14% no tiene ningún ingreso; el 64,5% no tiene ningún tipo de cobertura (no cobranparo, no tienen rentas mínimas, etc); o que el 81,8% son trabajadores pobres (personas con empleo que viven bajo el umbral de la pobreza).
En el ámbito específico de la salud, los datos son igualmente preocupantes, dada la prolongación en el tiempo de su precariedad. Así, el 31% ha tenido dificultades económicas para cubrir gastos relacionados con su salud en el último año.
Principal problema pagar la medicina que no cubre la Seguridad Social
Las dificultades más frecuentes en este sentido son los problemas para pagar medicinas que ya no cubre la Seguridad Social, no tener capacidad para pagar al dentista y tener que afrontar el copago de medicinas. Un 1,5% no tiene tarjeta sanitaria.
La vulnerabilidad social tiene además consecuencias en el estado anímico: un 37% de las personas encuestadas se sienten tensas o nerviosas siempre o casi siempre. Entre ellas, las mujeres en edad activa son mayoría. Un 50% dice tener siempre la cabeza llena de preocupaciones. El 32 por ciento manifiesta no tener ilusión por las cosas nunca o casi nunca.
