EDITORIAL: «Apagón mental»

Editorial: Ángel Sánchez

En el número anterior —el correspondiente a abril—, semanas antes de que se produjera lo que ya se conoce como “el famoso apagón”, escribí que, tras el anuncio del “kit de supervivencia” impulsado desde Bruselas, lo siguiente sería un ataque de falsa bandera. El objetivo: inocular miedo. No han tardado.

Todo lo anuncian antes de ejecutarlo. Es su modo de operar. De hecho, sobre el apagón se hablaba desde hace tiempo en distintos soportes de propaganda —también llamados medios de comunicación—, preparando el terreno para el susto. Pero más allá del apagón eléctrico o del político —de un Gobierno que no sabe dónde esconderse ni qué excusa lanzar para eludir explicaciones—, lo más grave es el apagón mental. Porque este ya se ha consumado. Marc Vidal lo llama “el cloroformo” con el que desayuna buena parte de la sociedad española desde hace años. Y no le falta razón.

Mientras muchos pierden familiares tras el “pinchazo”, buena parte del sector sanitario, político y mediático guarda un silencio tan cómplice como criminal. A la vez, otra parte de la ciudadanía vive anestesiada por el miedo. Súmese a eso los “estómagos agradecidos” y los ingenuos que siguen creyendo que los de arriba están para protegernos.

Queda, eso sí, una minoría —numerosa pero inconexa— que está harta de que le tomen el pelo y le roben a plena luz. Esa minoría, de momento fuera del discurso oficial, podría estar cerca de convertirse en una masa crítica capaz de provocar un cambio. Y eso, precisamente, es lo que temen quienes manejan los hilos. Por eso aceleran su agenda, encadenando eventos que siembran miedo.

Aún cuentan con una mayoría de individuos sistemáticamente desinformados, cascarones vacíos que aplauden lo que oyen en televisión sin saber lo que dicen. Creen tener opinión, pero esta ha sido sembrada desde tertulias manipuladas y medios que reparten “sabores políticos” prefabricados para todos los públicos.

Así se sostiene la ilusión de haber elegido pensamiento propio, cuando en realidad solo se nos ofrece una variante del mismo caldo ideológico. Esa falsa sensación de criterio e individualidad es una trampa sofisticada. Un holograma mental construido para mantenernos confundidos, en la penumbra de una realidad apenas logramos vislumbrar.

¿Existe una sola realidad o hay muchas? No lo sé. Quizá quien escribe también esté atrapado en esa caverna de sombras descrita por Platón. En un apagón mental del que solo unos pocos intentamos despertar.

Angel Sánchez Carbonell
Angel Sánchez Carbonell
Ángel Sánchez Carbonell - Director de Crónica Norte. Desde hace 34 años dedicado profesionalmente a la información y entretenimiento (TVE, Onda Cero, Tele Cinco, COPE...) Pero ante todo: un enamorado de la geografía de la península Ibérica. Montañero y aficionado a la gastronomía y la enología. Cuando la vida me lo permite señalizo caminos naturales como Técnico de Senderos de la Escuela Española de Alta Montaña. (EEAM) Pero sobre todo me pierdo por ellos...

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